Juan Pedro Santos Alas, de 31 años, alias El Diablito, fue encontrado muerto ayer en la mañana dentro de una celda del penal de Ciudad Barrios, en San Miguel, donde está recluida la mayoría de cabecillas nacionales de la Mara Salvatrucha (MS-13), según informaron fuentes policiales.
Santos Alas fue hallado en una de las celdas del Sector 2 de ese reclusorio. Las autoridades tienen fuertes indicios de que el convicto pudo haber muerto por estrangulamiento, por lo que le practicarán los respectivos exámenes para confirmarlo, dijeron.
Santos Alas fue involucrado por autoridades fiscales y policiales en el secuestro y desaparición de Víctor Óliver Osorio, un joven de 17 años que fue plagiado el 7 de enero de 2007 y cuyo cadáver nunca fue encontrado.
A Santos Alas, las investigaciones lo señalaban como uno de los que había participado en la organización del secuestro mientras estaba recluido en el centro penal de Chalatenango. Sin embargo, las autoridades policiales y fiscales nunca encontraron el teléfono ni el chip desde el cual, supuestamente, participó en el secuestro, por lo cual el Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador no lo condenó por ese caso.
El convicto asesinado ya tenía otras condenas por casos de secuestro, indicaron fuentes policiales que conocieron de cerca el caso de Osorio, quien fue plagiado tras salir de una discoteca de Antiguo Cuscatlán y luego llevado a una casa en la colonia Vista al Lago, en el municipio de Ilopango.
De acuerdo con las autoridades, Osorio fue llevado con engaños hasta Ilopango por una mujer con quien había iniciado una relación de amistad y que a la vez era conviviente de un miembro de la MS-13.
Donde fue hallado el cadáver de Santos Alas, hace pocas semanas fueron decomisados 140 celulares y decenas de accesorios para los mismos.
Días antes de ese cuantioso decomiso de celulares, el director de esa cárcel había sido destituido, supuestamente por tolerar el ingreso de objetos prohibidos, según la Ley Penitenciaria.
El martes anterior, el ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Perdomo, dejó entrever que se estaba investigando la forma cómo uno de los reclusos tenía acceso a una computadora portátil, que presuntamente, uno de los mediadores de la tregua le hacía llegar por medio del director del penal.
De acuerdo con fuentes de este periódico, el pandillero, quien es de los cabecillas nacionales de la MS-13, era el único que tenía acceso a esa computadora.
Ayer, las autoridades penitenciarias informaron de tres requisas hechas en diversas cárceles; hubo decomisos de decenas de penales.