Hace unos días fue lanzado el anuncio que protagoniza Scarlett Johansson para Sodastream, un aparato simple y curioso que hace que puedas crearte tu propio refresco gaseoso gracias a unas cápsulas, al estilo de las últimas cafeteras que han salido al mercado.
La actriz aparece muy sensual para anunciar dicho producto, y el comercial completo podrá ser visto en la Super Bowl. “Lo siento Coca-Cola y Pepsi”, comenta la actriz a modo de eslogan para anunciar que ella se queda con su Sodastream para tener refrescos de cola, naranja, limón y demás sabores.
Sin embargo, este anuncio ha hecho explotar las redes sociales, afectando la reputación de la actriz como embajadora de la ONG, Oxfam Internacional, ya que un grupo palestino proboicot a Israel pidió a Oxfam que cese su relación con la actriz por su participación en dicho comercial.
El comité nacional del movimiento palestino para el Boicot, la Desinversión y Sanciones (BDS, por sus siglas en inglés) hace un llamado en su página web a la ONG para que “suspenda de inmediato su relación con Johansson por su apoyo verbal a los asentamientos israelíes ilegales en el territorio ocupado palestino”.
Oxfam valoró, en un comunicado, la aportación de la actriz desde que inició su relación en 2005 y fue nombrada en 2007 embajadora de la organización. Sin embargo, y al tiempo que respeta la independencia de sus embajadores, rechaza “todo negocio que opera en los asentamientos, ilegales de acuerdo al derecho internacional” y que “niegan los derechos de los palestinos”.
La actriz de 29 años rechazó dar un paso atrás en su campaña publicitaria y aseguró que “nunca pretendió convertirse en la cara de ningún movimiento social o político”
“La tierra en la que la factoría SodaStream opera ha sido forzosamente tomada de palestinos”, argumenta el grupo proboicot, para quien la negativa de Oxfam “de distanciarse de Johansson empañará la credibilidad de la organización caritativa entre los palestinos y de mucha gente con conciencia en todo el mundo”.
Agencias