Juan y Victoria pasaron una triste Navidad en su vivienda, de la comunidad Trujillo, localizada a un costado del Bulevar Arturo Castellanos, en San Salvador.
Y hoy, cuando la mayoría de salvadoreños festeja el fin de año, lo pasarán igual: con la angustia e incertidumbre de no saber qué ha pasado con sus dos hijos, Ernesto Antonio y Jenny Esmeralda, ambos de apellido Martínez, de 20 y 19 años, respectivamente, quienes están desaparecidos desde el 14 de diciembre anterior en la tarde.
Juan afirma que sus hijos no tenían problemas con ninguna pandilla. Ambos trabajaban ayudando a Victoria en una venta de pan y café en el mercado Central de San Salvador.
Ese 14 de diciembre salieron de casa rumbo a un supermercado, situado sobre la calle Rubén Darío, pero nunca regresaron.
Ambos padres dicen que la noche del día que desaparecieron les marcaron a los teléfonos que ambos jóvenes andaban, pero los mandaban al buzón de voz.
“Estamos desesperados; no hayamos qué hacer o a quién pedir ayuda. Solo esperamos hallarlos sea como sea”, aseguró Juan, quien agregó que sus dos hijos eran bien portados y no mostraron cambios de comportamiento previo al día que desaparecieron.