La Palma premió a su héroe: Fernando Llort

El artista volvió al lugar que le cambió la vida. El cariño de la población reconoció la trayectoria del "artesano artístico". Los homenajes continúan

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elsalvador.com

Por Tomás Andréu Twitter: @tomazs_andreu

2013-11-10 10:00:00

En La Palma, Chalatenango lo recibieron como a un héroe. Fernando Llort, el multifacético artista salvadoreño que recientemente fue condecorado por el gobierno de El Salvador con el Premio Nacional de Cultura, llegó al municipio donde hace cinco décadas comenzó a tejer su historia artística y la de una comunidad. Sin duda alguna, el cariño de toda una población es el mejor premio que ha recibido este hombre quien a si mismo se hace llamar “artesano artístico”.

Amigos, familiares, artistas, artesanos, pobladores de la localidad y sus máximas autoridades le dieron la bienvenida a Fernando Llort en el Parque Central de La Palma.

“Lo que se le debe de dar a un artista, tiene que dársele en vida”, afirmó el alcalde municipal de La Palma, José Esteban Flores. Al mismo tiempo, le dio gracias a Fernando Llort por el premio y por compartirlos con el municipio, ya que con eso “le da un nuevo florecimiento a nuestras artesanías y le da vida a aquella semilla que usted un día sembró”.

Un artesano subió al escenario y también tuvo palabras para su maestro. José Dolores Hernández le dio gracias al artista “porque nunca dejó sola a La Palma” y porque le enseñó a sus discípulos el manejo de “costos, ventas, a cómo enfrentarse al mercado”.

El fray Rafael Yubran aseveró que “la evangelización [de Fernando Llort] ha sido fructífera. La palabra de Dios ha sido llevada a las diferentes personas” a través de su arte. “Su semilla ha dado frutos”, le dijo el religioso al artista.

El agradecimiento

“No tengo palabras para expresar lo que siento en mi corazón al estar este día aquí en La Palma, con todos ustedes, ya que este es el hogar de mi alma, la fuente de mi inspiración como artesano y artista, y ustedes artesanos son mi otra familia, mis hermanos”, declaró en su discurso Fernando Llort ante la multitud que lo escuchaba.

“Deseo este día en especial agradecerles —desde lo más profundo de mi alma— por todo el tiempo que han caminado junto a mí, por la vida que me dan cuando veo que han continuado enseñando este oficio a las nuevas generaciones y por innovar y mejorar el oficio artesanal, porque yo siempre soñé que lo que les enseñé lo hicieran mejor que yo y lo han logrado”, dijo complacido el maestro y a sus discípulos.

La obra visual de Fernando Llort se destaca por una gama de colores intensos, de efectos, formas y texturas muy particulares que ha fusionado (y renovado según los especialistas) la iconografía religiosa fundida con el sentir popular.

En 1972 decidió residir en La Palma. Ahí encontró lo que andaba buscando. La creatividad, la inspiración y el desarrollo artístico nunca se le negaron ahí. Fernando Llort conoció ahí a su actual esposa, Estela Chacón de Llort. También encontró la materia prima para su renombrado trabajo en miniatura: la semilla del árbol de copinol.

El multifacético artista junto a su esposa fundaron un taller al que bautizaron como “Semilla de Dios”. El artista se convirtió en maestro de los nativos de la zona y les enseñó el proceso del dibujo, la pintura, el acabado y las técnicas de los productos artesanales que él sabe hacer con maestría.

El pasado 5 de noviembre, el gobierno de El Salvador declaró a Fernando Llort Premio Nacional de Cultura.