El anzuelo era que trabajarían como edecanes para todo tipo de eventos o que las convertirían en modelos con jugosos salarios. Sin embargo, cuando las menores caían en la trampa las obligaban a que se prostituyeran. A los “clientes” les hacían creer que les “venderían la virginidad” de las jóvenes, por cuyos servicios cobraban entre 100 y 120 dólares.
La madrugada de ayer, la Fiscalía y la Policía arrestaron a cinco mujeres y un hombre a quienes acusan de integrar una organización que prostituía menores entre 14 y 17 años.
Las detenciones de los acusados se produjeron en las casas de los imputados situadas en distintos lugares de San Marcos, Apopa y San Salvador.
En esos lugares capturaron a Blanca Hermelinda Montiel Benítez, “María” de 51 años; Ana Milagro Mancía Santamaría, “Mila”; Denisse Yanira García Méndez, de 24; Yasmín Elena Méndez Arias, “Jásmin o Alissón” de 18; Johana Yanina Gil Canizalez de 21; y Manuel Antonio Ángel Orellana conocido “Profesor Angelito”, de 58.
Este último es señalado por la Fiscalía como uno de los “clientes frecuentes” que contrataban los servicios sexuales de las menores.
La jefa de la unidad que investiga la trata de personas de la Fiscalía Smirna de Calles explicó que los detenidos reclutaban a las jóvenes, cuando ellas visitaban distintos centros comerciales en San Salvador.
En estos lugares, a las jóvenes les ofrecían trabajos de edecanes para distinto tipo de eventos y a otras les prometían que las convertirían en modelos con jugosos salarios.
Smirna de Calles explicó que las engañaban con pagarles hasta 1,000 dólares mensuales por trabajar como edecán o modelo, situación que para la jefa fiscal “eso no es cierto, son redes y cuando ya han sido captadas difícilmente pueden salir de esas estructuras”.
Aseguró que los integrantes de esta organización ofrecían a los “clientes” que les venderían la virginidad de las jóvenes.
“En muchos de estos casos logramos determinar que se vendió prácticamente la virginidad de algunas de las niñas y por eso cobraban desde 100 hasta 120 dólares, es una situación, es una práctica aberrante”, dijo de Calles.
La fiscal agregó que a las menores que ya habían tenido relaciones sexuales con anterioridad, les realizaban “prácticas aberrantes hasta cierto punto dolorosas para las mismas víctimas, para hacerles creer a los clientes de las jóvenes que estaban comprando la virginidad de éstas víctimas”.
La jefa fiscal explicó que para atraer a las jóvenes se aprovechaban de las dificultades económicas por las que atravesaban sus familias para prometerles empleos legales, pero “luego se veían amenazadas, se veían coaccionadas y eran obligadas a continuar con este ciclo de explotación sexual”.
Por razones de la investigación, de Calles no reveló la cantidad de menores por las que los detenidos serán procesados ante los tribunales de justicia y se limitó a decir que las víctimas que fueron rescatadas durante el operativo ya están bajo el cuidado de las instituciones que velan por la niñez y la adolescencia.