El representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el país, Rodrigo Parot, dijo ayer que la situación macroeconómica, así como el comportamiento de cada sector y la capacidad de endeudamiento de El Salvador serán clave para negociar nuevos préstamos a partir de 2014.
“Haremos un análisis macroeconómico y a nivel sectorial. Estamos con las antenas muy puestas en la realidad del país”, dijo.
El actual gobierno acordó con el Banco un monto de préstamos total de $1,008 millones que debían desembolsarse entre 2009 y 2014.
Finalizado este periodo, el nuevo gobierno, electo en febrero del próximo año, deberá gestionar nuevos desembolsos de acuerdo a las necesidades que pueda presentar el país y las metas económicas que presente.
“Vamos a ver la capacidad de endeudamiento y con base en eso vamos a ver qué espacio tenemos nosotros. El gobierno nos va a determinar las prioridades y los montos y metas que se puedan establecer”, afirmó.
Sin embargo, el camino es complicado pues el gobierno ha incrementado la deuda en más de $1,000 millones en los últimos años, que acumulada representa más del 55 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Además el crecimiento económico no ha logrado superar el 2 % y sectores como la construcción y los exportadores solo han logrado mantenerse, pero no han crecido.
El Salvador tampoco cuenta ya con un respaldo financiero que el Fondo Monetario Internacional le dio en 2009, a cambio de cumplir ciertas metas fiscales.
Este organismo ponía a disposición un fondo de $750 millones de dólares, que serviría como un “seguro” si el país presentara problemas económicos. Pero debido a que el Gobierno no logró reducir cifras como el déficit fiscal, el nivel de deuda y el gasto corriente, el FMI decidió suspender este respaldo.
La suspensión de este acuerdo precautorio, “Stand-by”, retrasó el desembolso de préstamos que el BID y el Banco Mundial habían pre aprobado para El Salvador.
Parot dijo al respecto que pese a que el BID es independiente del FMI, “lo ideal es que la situación macroeconómica esté bien y si hay un respaldo del Fondo, eso facilitaría mucho las cosas”, agregó.
Otros economistas han sugerido que el nuevo gobierno gestione un nuevo acuerdo para ordenar sus finanzas y aumentar su crecimiento económico.
Respecto a los préstamos que el BID detuvo por la suspensión con el FMI, Parot dijo que a pesar del retraso todos fueron desembolsados.
Aclaró, sin embargo, que los fondos se manejaron en un “escenario conservador”, en el que el país pudo haber recibido más financiamiento, pero el BID mantuvo el monto original. “Si había una situación proclive podríamos haber dado más, pero nos mantuvimos en la base”, señaló.