SANTA ANA. Aunque todavía no se terminan de construir todas las áreas, la unidad de salud Tomás Pineda Martínez abrió sus puertas al público desde la semana pasada.
Una de las limitantes que enfrenta es que no cuenta con luz eléctrica propia.
“Ahorita tenemos luz prestada porque se nos está pasando de un negocio aledaño”, dijo un empleado del centro asistencial, que pidió no revelar su identidad.
Prevén que esta situación se resuelva en los próximos días debido a la cantidad de aparatos conectados.
Los servicios médicos en el lugar se brindan de manera regular luego de realizar el traslado de los equipos médicos a las nuevas instalaciones.
“Por el momento las instalaciones no han sido terminadas, pero tenemos la capacidad para recibir a los pacientes”, señaló.
Hasta hace poco funcionaba en una casa alquilada en el centro de la ciudad, pero tuvieron que trasladarse porque, aparentemente, el contrato de arrendamiento terminó.
La unidad de salud atiende a un 75 % de los pacientes respecto a los usuarios que normalmente recibe.