NICARAGUA. El reconocido periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro acusó ayer al Ejército de Nicaragua de realizar prácticas de espionaje y persecución contra el reportero Ismael López, quien trabaja para su programa Esta Semana.
Chamorro hizo circular una carta que envió al jefe del Ejército, general Julio César Avilés, en la que le expone la situación de zozobra que han vivido López y su familia desde agosto, cuando empezó a ser perseguido e intimidado por dos sujetos vestidos de civil que luego se identificaron como supuestos miembros de la Dirección de Información para la Defensa de la entidad castrense.
“En un acto de abierta intimidación, los oficiales de la DID interrogaron al periodista durante 45 minutos sobre temas de su vida personal y familiar, y sobre temas de su actividad profesional que no tienen ninguna relación con la situación de la Defensa Nacional”, denunció Chamorro.
La misma carta de Chamorro, quien fue reconocido por la Universidad de Columbia en Nueva York en 2010 con el galardón María Moors Cabot, fue dirigida al presidente de la Asamblea Nacional, el diputado oficialista René Núñez, solicitando que se haga una investigación sobre actividades de espionaje, prohibidas por la Constitución nicaragüense.
Chamorro señala en su denuncia “la primera por espionaje y persecución que se hace oficial y directamente en contra de una entidad de gobierno desde que Daniel Ortega volvió al poder en 2007” que su reportero y sus familiares han sido objeto de acoso permanente para obtener información sobre la vida personal y las actividades profesionales del periodista.
El también hijo de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro indicó que la persecución inició cuando el reportero elaboraba un reportaje sobre supuestos alzados en armas contra el gobierno de Ortega en el norte del país.
Chamorro detalló que los supuestos militares preguntaron a López la agenda informativa y editorial del programa televisivo Esta Semana y del periódico digital Confidencial, del contenido de algunas columnas de opinión y del pensamiento de columnistas que critican al gobierno de Ortega.
Además indagaron sobre las funciones y responsabilidades específicas quienes trabajan en esos medios y del proceso de toma de decisiones entre Chamorro y los periodistas para definir sobre los contenidos. “Yo me negué a hablar de todo eso, porque no había base para interrogarme sobre ello”, afirmó el reportero.
López presentó su caso ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
Autoridades de la Policía y del Ejército han dicho que se trata de “delincuentes comunes” que se juntan para asaltar a la gente y robar ganado. —AGENCIAS.