SANTA ANA. Basta con caminar por las principales calles del Centro Histórico santaneco y sus alrededores para percatarse que los automovilistas infringen constantemente el reglamento general de tránsito y seguridad vial.
Muchos lo hacen por desconocer el contenido del reglamento; mientras que otros, por omisión.
A esto se suma que la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC) no hace su trabajo como debería; pues muchas de las infracciones son cometidas ante la mirada indiferente de algunos de sus miembros.
Una de las faltas más constantes son las cometidas por los conductores de las unidades del transporte colectivo.
En el artículo 91 numeral 3 del reglamento se establece que los vehículos de transporte público, taxis, autobuses y microbuses, tienen prohibido bajar y subir pasajeros sin que estén debidamente estacionados en sitios previstos para tal efecto. Además, deberán estar estacionados a una distancia máxima de 30 centímetros del cordón del borde de la acera.
Pese a la advertencia, es común observar unidades de la ruta 218, que viaja entre Santa Ana y Chalchuapa, subir y bajar pasajeros aún sin estacionarse debidamente.
Dicha práctica se registra principalmente en la 9a. Calle Poniente, entre 4a. y 6a. Avenida Sur. En el sitio no hay una señal que indique que es parada de autobuses.
Una de los pasajeras de esa ruta, Alejandra Martínez, reconoció que la práctica es riesgosa, sobre todo porque ya han habido casos donde motociclistas rebasan la unidad cuando hay personas que están bajando o subiendo.
Los peatones
En el artículo 96 establece que los peatones están obligados a transitar en las zonas urbanas, solo por las aceras, y cruzar las vías en las esquinas por las zonas de seguridad y en los lugares que haya pasos peatonales a nivel o a desnivel, deberán transitar por estos. Tampoco se cumple.
En los alrededores del parque Libertad están marcados los pasos peatonales.
Pero, generalmente, parte de estos están obstruidos por autos particulares y taxis que se estacionan sobre ellos.
También hay sitios donde los vehículos se estacionan sobre las aceras, lo que obliga a las personas a caminar sobre las calles.
El reglamento establece que en aquellos lugares donde se tenga que estacionar en las aceras deberá de haber rampa y deberán de dejar un metro libre para que caminen las personas sobre la misma acera. El artículo 138 también es infringido.
En Santa Ana también hay negocios que colocan su mercaderías en la acera, lo que obliga a los peatones a caminar en la vía.
Otra de las prácticas recurrentes es estacionarse a pocos metros de las intersecciones de las calles, a pesar de que lo prohíbe el numeral 4 del artículo 112. El numeral 9 también incluye los ejes preferenciales, como la avenida Independencia.
En esa arteria los automovilistas argumentan que se estacionan en las bocacalles ante la falta de estacionamientos. “En el centro no hay parqueos que uno pueda usar”, dijo el santaneco Nelson Morán.