Los accesos a la capital están a punto de colapsar. A partir de hoy, el tráfico vehicular que del oriente del país conduce a San Salvador se teme que será un caos con el cambio de rutas alternativas que ha dispuesto el Viceministerio de Transporte en el centro urbano de Soyapango.
A este problema se sumarán los trabajos de la segunda fase del proyecto del Sitramss que iniciarán en la Alameda Juan Pablo II a partir del 28 de septiembre.
Y por si fuera poco, el próximo lunes dará inicio el cambio total de la carpeta asfáltica en la carretera Panamericana, a la altura de la avenida La Revolución hasta El Trébol, en Ciudad Merliot.
Todas esas obras se prevé que coparán el tráfico desde oriente y occidente, debido a que las rutas alternativas serán insuficientes.
Y no solo eso, la ejecución del nuevo sistema del transporte provocará la tala de más de 200 árboles de diversas especies en el parque Infantil.
Pero cuando las obras lleguen al parque Centenario y el Infantil, los embotellamientos serán monumentales, sobre todo, porque las vías alternativas no darán abasto, tal como ha ocurrido con las que se establecieron en los contornos del bulevar del Ejército.
Con los trabajos que se ejecutarán en el parque Infantil, no sólo se verá afectado el inmueble, sino que se talarán más de 200 árboles. El parque Centenario también perderá una porción de espacio.
Pese a la negativa de las autoridades municipales y el Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, a la construcción de una parada de buses en ese sector, el VMT y el Ministerio de Obras Públicas no han escuchado opiniones y reiteraron que las obras no tienen marcha atrás.
Ayer el ministro Gerson Martínez dijo que la institución ya cuenta con todos los permisos y las únicas que se han opuesto al proyecto son las autoridades municipales.
“Lo que ellos no se acuerdan es que hace unos años, cuando comenzó el periférico por petición de los gobiernos de ARENA, sentaron una jurisprudencia cuyo alegato dice que cuando son proyectos de interés nacional, prevalece el interés nacional”, dijo el ministro Martínez.
Sin embargo, mas allá de primar los intereses de la colectividad, como expuso el funcionario, Basilio Ayala, secretario general del Sindicato de la Secretaría de Cultura, dijo que habrá un daño grave e irreversible en el parque Infantil.
Aseguró que como gremio propusieron que la parada del Sitramss fuese construida dos cuadras arriba del parque, es decir, a la altura de la Procuraduría General de la República.
Otra de las propuestas fue que el VMT la hiciera a la altura del Banco Central de Reserva, siempre en la Juan Pablo II, dijo.
La alcaldía de San Salvador ha insistido en que el MOP debió comprar derechos de vía en viejos inmuebles que se encuentran en esa ruta, para no afectar, ni el parque Infantil ni el Centenario.
Patrimonio afectado
El exdirector de Patrimonio Cultural, Ramón Rivas, fue claro es explicar que si tanto el MOP como Secultura se pusieron de acuerdo para afectar una porción del inmueble, no significa que tenían que violentar la Ley del Patrimonio.
Según Rivas, ambas instituciones debieron respetar el valor patrimonial y cultural que tiene el parque Infantil.
Rivas, también antropólogo, dijo que es triste que las instituciones se pasen de lado la Ley del Patrimonio Cultural, “eso es grave”, reiteró.
Sobre la intervención que sufrirá el inmueble con el proyecto, las actuales autoridades no se han pronunciado, y eso que también se vio afectado el proyecto que debieron de inaugurar el año pasado con Principito, financiado por Unicef.
Para Rivas, el director de Patrimonio Cultural, Gustavo Milán, tiene la facultad de parar las obras del Sitramss por afectar un bien cultural.
El exfuncionario lamentó que en el país se anteponga las órdenes del Órgano Ejecutivo, en donde los funcionarios, pese a que la ley les asiste, no se pronuncian por la protección de un bien (en este caso el parque Infantil.
Medidas compensatorias
La alcaldesa en funciones de San Salvador, Gloria de Oñate, ya asumió que nada pueden hacer en la intervención de ambos parques con el proyecto del Sitramss, y ahora, propone medidas compensatorias a la tala que se hará en el lugar.
De Oñate insistió en que ellos como municipalidad no se oponen al proyecto con el que, supuestamente, se vendría a mejorar el actual sistema del transporte.
Agregó que ellos lo que quieren que se respete es que, tanto el VMT como la empresa que construirá el segundo tramo, se apeguen a las ordenanzas municipales.
Indicó que los ejecutores del proyecto deben ceñirse a las normativas que como autoridades municipales no pueden obviar, es decir, con el pago de tasas en concepto de la tala que se hará en el inmueble.
Son más de 200 árboles de diversas especies que serán talados para dar paso a la construcción del Sitramss.
Con la afectación que tendrá el inmueble, se reducirá uno de los pocos pulmones con que cuenta la capital. De Oñate dijo que propondrán medidas compensatorias de reforestación en otro lugar que no sea el Infantil.
Para ello, aseguró que tienen unos terrenos en el volcán de San Salvador que podrían ser objeto de reforestación por parte del Ministerio de Obras Públicas.
Con ello, la alcaldesa considera que se podría compensar la tala que harán en el parque Infantil.
“Recuerde que son muy pocos los pulmones que tenemos en San Salvador, y eso nos preocupa”, insistió.
Los permisos ambientales que otorgó el Ministerio del Medio Ambiente al MOP para proceder a la intervención del parque fueron en tiempo récord; pero también le aclaró que será responsabilidad de ese ministerio cualquier impacto negativo en el sector.