Ni él lo sabe, pero El Diario de Hoy, sí: el artista Fernando Llort es el Premio Nacional de Cultura 2013. Fuentes de la Secretaría de Cultura (Secultura) —que pidieron el anonimato— confirmaron a este medio que el máximo galardón será entregado al artesano de La Palma, Chalatenango.
El Premio Nacional de Cultura se otorga anualmente por el gobierno de El Salvador. La condecoración se le concede a “quienes con dedicación y originalidad hayan desarrollado o desarrollen labores o descubran o realicen obras de notable y positiva trascendencia para el proceso cultural de este país”. Fernando Llort lleva 50 años de labor cultural en esta nación centroamericana. Su obra y estilo muy personal le han dado la vuelta al mundo.
A pesar de que la edición del premio de este año estuvo enfocada en la gestión cultural, Fernando Llort es un destacado pintor que ha formado a varias generaciones. Con la premiación de Llort, la escena de las artes plásticas vuelve a estar en primer plano, pues en 2012 fue el maestro Carlos Cañas (1924-2013) quien obtuvo la prestigiosa distinción.
Fernando Llort nació en San Salvador en 1949. Es pintor, muralista, compositor y cantante. El artista perteneció a La Banda del Sol, una agrupación que durante el conflicto armado que vivió el país creó una canción antifascista: “El planeta de los cerdos”. La pieza musical no le gustó al verde olivo centroamericano.
Cuando Secultura hizo la convocatoria para el Premio Nacional de Cultura, la entidad gubernamental solicitó que el aspirante al premio debía de haber destacado “en la concepción, diseño, desarrollo y promoción de proyectos que una vez materializados, constituyen aportes de innegable beneficio para la cultura y el arte salvadoreño” y que estén comprometidos “a fomentar el desarrollo social, económico y cultural del pueblo salvadoreño” para el enriquecimiento “de la cultura y el arte salvadoreño y la consolidación de la identidad nacional”. Fernando Llort daba para eso y más.
Y más porque el artista acaba de regresar de Inglaterra. Allá realizó un trabajo artístico en la Catedral de Saint George en el centro de Londres. Ahí se inauguró una pequeña capilla dedicada a la memoria de Monseñor Óscar Arnulfo Romero. Llort dejó ahí su rúbrica artística: una cruz que lleva el apellido del religioso salvadoreño asesinado en 1980.
“En todos mis caminos he puesto un poco de fe y de amor. El talento viene de Dios y yo me inspiro en Él. Y eso hay que compartirlo (…) Yo siempre me he identificado con el costumbrismo salvadoreño y con la flora y fauna de El Salvador, tratando de estilizarlos hasta llevarlos a un primitivismo con elementos mayas y modernos”, ha declarado Fernando Llort sobre su obra y trabajo.