La policía argentina detuvo a una mujer de 30 años acusada de haber cambiado por un congelador a su hija de 11 años, de quien después abusaron sexualmente y obligaron a trabajar en un taller clandestino, informaron medios locales.
Los hechos sucedieron en la localidad de Bernal, Buenos Aires, donde residía Pabla Cesarina Monzón Aldana con la menor, a quien fue a buscar el pasado octubre a Paraguay.
Una vez en Argentina, la mujer puso a trabajar a la niña para conseguir un dinero extra que ayudara a mantener al resto de la familia, compuesta por el padre, que está enfermo, y tres hijos más, pues con los ingresos que percibía no podía mantener a la familia.
La situación familiar habría llevado a Pabla Cesarina a aceptar la propuesta de un vecino de cambiarle a la niña por un congelador, entre otras mercancías. El hombre, también de 30 años, se la llevó, abusó de ella y después la obligó a trabajar en un taller clandestino de fabricación de ollas de aluminio.
La policía allanó el taller en el que la muchacha y otros menores eran explotados, entre ellos cinco adolescentes de nacionalidad paraguaya de entre 14 y 17 años.
Las autoridades acusan a Monzón Aldana de “facilitación de prostitución agravada de un menor de edad y corrupción de menores en concurso ideal” y otra por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia preexistente con un menor de 18 años”.
Con información de clarin.com