PANAMÁ. El acuerdo comercial rubricado por el ministro colombiano de Comercio, Sergio Díaz-Granados, y su homólogo panameño, Ricardo Quijano debería ser un paso importante para frenar el contrabando entre las dos naciones.
Según Díaz-Granados, la principal ganancia colombiana en ese TLC es el acuerdo de cooperación aduanera y de asistencia mutua que negociaron ambas partes.
El presidente panameño, Ricardo Martinelli, ha cuestionado duramente el impuesto aplicado por Colombia a ciertas líneas de confecciones y calzado chinas que pasan por el istmo hasta llegar al país, aunque reconoce que el acuerdo firmado ayer allana el camino de su economía para vincularse a la Alianza del Pacífico, fundada por Colombia, México, Chile y Perú.
Según el ministro, este TLC es parte de la solución del grave problema del contrabando y piratería, pues, dijo, contempla un convenio de cooperación aduanera moderno que mejora la vigilancia y control de esa práctica ilegal.
El funcionario enfatizó en que no es cierto que por el TLC se vayan a importar productos de otros países, como China, como si fueran originarios de Panamá. Las reglas de origen negociadas deben impedir que ese truco fructifique, y los beneficios arancelarios mutuos cobijan solo a los productos que cumplan dichas reglas. —Agencias