Siguen molestias por el subsidio del gas

En Lourdes, Colón, se generaron largas filas para lograr un "código de barras" que permitiera cobrar en los bancos

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La interminable fila se generó debido a fallos en los sistemas del Cenade de Lourdes, Colón, y ocasionó inconformidad en los beneficiarios por el nuevo sistema. FOTOS EDH / MARVIN RECINOS

Por Juan José Morales negocios@eldiariodehoy.com

2013-08-27 9:00:00

Una vieja casa con un estrecho portón de acceso se convirtió ayer en el lugar donde se expresaron las nuevas dificultades y las dudas de los salvadoreños de varios municipios del departamento de La Libertad ante el nuevo mecanismo con el que el gobierno entregará el subsidio del gas propano, a un costo aproximado de $14 millones mensuales, según cifras oficiales.

Este lugar es la sede del Centro de Atención por Demanda (Cenade) del cantón Lourdes, municipio de Colón, donde desde la cinco de la mañana cientos de beneficiarios de dicha localidad, San Juan Opico y Ciudad Arce buscaron solución ante la dificultad en el pago de los $9.10 correspondientes a la subvención del presente mes.

Pero además manifestaron el descontento debido a que muchas personas, a pesar de que ya están inscritas en el nuevo sistema de focalización que desarrolla el Ministerio de Economía (Minec) no pueden adquirir el cilindro de gas de 25 libras en los puntos de venta, debido a “fallas operativas” con el sistema, según se constató con varios lugareños.

En la fila de casi 500 personas, los afectados comentaban con tono de inquietud cómo al llegar al banco se les informaba de que no podían recibir la asistencia gubernamental debido a un problema en la impresión del código de barras con el que se realiza la transacción financiera.

Ante esta situación, el flujo de atención del Cenade colapso porque el sistema informático del lugar, con el que se generaría la autorización para el pago, experimentó problemas en su ejecución.

Cecilia Rodríguez llegó a las seis de la mañana al Cenade, pero luego de no encontrar una salida oportuna ante el problema decidió retirarse y regresar en horario vespertino, con la “confianza” de que solventaría su queja.

Cuando el reloj apuntaba las 3:40 p.m. Rodríguez volvió, pero se encontró con la negativa de vigilantes privados y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de otorgarle acceso, incluso cuando el horario “oficial” de las instituciones públicas es hasta las cuatro de la tarde, de lunes a viernes.

“Llevo varios días cocinando con leña porque no puedo cobrar el subsidio. Y uno viene acá después de pedir permiso en el trabajo y no dejan entrar. Es una desconsideración la de esta gente”, afirmó.

Otro de los casos es de Rosa Rivas, quien luego de cinco horas de filas, desesperación e inquietud junto con su hija logró conseguir una página con un código de barras, con la cual buscó uno de los lugares autorizados por el Minec para el desembolso.

“No veo bien que el gobierno cambie tantas veces el sistema para beneficiarnos. Esto no es primera vez que nos pasa y a la larga uno tiene que usar leña para cocinar”, justificó.

Ante esta circunstancia, el Minec indicó que el problema no fue su responsabilidad y trasladó la responsabilidad a la Compañía de Luz Eléctrica de Santa Ana (CLESA), que opera en la zona (ver nota aparte).

En el más contrastante de los casos, Miguel Ruiz confirmó que a pesar de que cuenta con su carné de beneficiario con el que no cobra el subsidio en el banco lleva varios meses de no poder adquirir el recurso porque la plataforma tecnológica con la que cuentan los distribuidores “generaba error”.

“Yo he llegado a la venta de gas con el carné y el dinero de la diferencia y nunca puedo adquirir el tambo. Eso quiero arreglar hoy (ayer), pero esto no se ve que avance. Realmente no sé por qué se cambia tantas veces el sistema”, reflexionó Ruiz.

Se debe recordar que el gobierno ha cambiado el mecanismo bajo el argumento de la focalización y racionalización de la subvención, la cual es vista por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) como un mecanismo poco eficaz y costoso de generar política social, sobre todo por el déficit presupuestario y la creciente deuda pública, entre otros aspectos.

Se buscó la versión del encargado del Cenade, pero uno de los empleados del Minec se limitó a decir que tenían prohibido dar información y que cerrarían el lugar.

Hoy se espera una realidad similar debido a que cientos de ciudadanos no lograron culminar sus demandas.