“La ley está, pero es una ley muerta, porque el gobierno no le ha dado el valor que debe”

En voz del presidente de la asociación de ex fumadores, la normativa de control del tabaco no se está aplicando

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La ley está, pero es una ley muerta, porque el gobierno no le ha dado el valor que debe

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2013-07-12 8:00:00

Miguel Rodríguez, un hombre que fumó por 40 años y que ahora está al frente de la Asociación Exfumadores Salvadoreños (Exfusal), cree que esté gobierno no aprobará el reglamento interno que le da fuerzas a la Ley de Control de Tabaco aprobado en julio de 2011.

El documento fue enviado por las autoridades sanitarias hace más de dos meses a Casa Presidencial para su estudio y aval.

“La ley está, pero es una ley muerta porque el gobierno no le ha dado el valor que le debe de dar”, comentó Rodríguez.

Él lleva cuatro años de abstinencia al tabaco. Años atrás llegó a consumir hasta tres cajetillas diarias.

Su primer cigarrillo lo encendía a eso de las 4:00 de la mañana, pero tras la insistencia de su esposa y por complacerla se acercó a una clínica de cesación del tabaco. Ahí tomó la decisión de dejarlo.

Se fijó una fecha y ese día se fumó su último cigarro, lo contempló “como a una novia”, relata. Ahora frente a la asociación lleva el mensaje de lo dañino que puede ser para la salud consumir tabaco y advierte sobre la necesidad de que las normativas se apliquen. “El gobierno no le ha dado la seriedad ni la importancia que tiene la ley”, reitera.

Asegura que la normativa no se está aplicando en el país. ¿Si va a la unidad de salud Barrios y pregunta si hay algún expediente abierto (por infracción a la ley), le van a decir que no”, comenta Rodríguez.

El presidente de Exfusal considera que la ley está patoja porque el reglamento es indispensable para su aplicación; este debe llenar los vacíos que tiene el documento.

La normativa establece faltas leves, graves y muy graves a quienes la infrinjan, pero a nadie se le ha sancionado, añade el profesional. Cree que es importante que se aplique para defender los derechos de los no fumadores.

Recuerda que tenía 12 años cuando entró a ese mundo. Un compañero de clases le sugirió comprar una cajetilla y así lo hicieron.

Rodríguez lleva cuatro años en tratamiento médico. El seguimiento es de cinco; todos sus exámenes han salido bien. “Es difícil dejarlo, pero sí se puede. Muchos creen que es un vicio, pero no, es una adicción”, añadió. Dice que pese a que le ley está patoja, hay una parte de la población que la está cumpliendo.