No afecta al mundo saber adónde viaja un presidente

Seguridad nacional tiene que ver con la buena o mala economía, con el combate a bandas criminales, con la creación de empleo, con la eficiencia de los servicios públicos

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Las desafortunadas revelaciones de la crisis delictual de julio 2013

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2013-07-14 6:02:00

Es un deber inherente al Ejecutivo informar al país sobre los viajes que el presidente y su esposa realicen, la cuantía de lo que se gasta y los destinos y objetivos de los mismos, lo hayan hecho o no sus antecesores. No habiendo tenido la pareja antes de llegar al poder, un patrimonio propio fuera de sus salarios, los gastos efectuados en pasajes y viáticos se sufragan con dineros públicos, dineros de la gente.

No compromete “la seguridad nacional” ni el destino de los pueblos americanos o de la humanidad conocer adónde y por cuánto tiempo van de viaje, si se trata de asuntos privados o si es por cumplir obligaciones del cargo.

Bien lo dijo el candidato a la vicepresidencia de ARENA, Portillo Cuadra: “Conocer los montos de un viaje al exterior en ningún momento tiene que ver con la seguridad nacional ni con la integridad física del presidente y su familia”. Más bien el motivo es que les avergüenza que el país se entere de las cantidades de dinero que se gastan en viajes sin importancia, fuera de reuniones de las que se informa profusamente.

Lo de la “seguridad nacional” en riesgo por revelar que el mandatario salió para Los Ángeles o Disney World, “ni él mismo se lo cree”, pues es improbable que, aprovechando la ausencia de la pareja presidencial, se produzcan invasiones del territorio.

La seguridad nacional no tiene que ver tanto con amenazas físicas cuanto con políticas que están debilitando la economía del país y dejando a la población más vulnerable a calamidades y a las depredaciones de bandas criminales. En esto, la declaración del presidente en Estados Unidos de que las extorsiones se justifican por ser sustento de pandillas, aprueba una modalidad criminal que está destruyendo negocios y familias en todo el territorio, mucho más perjudicial a la seguridad que divulgar que el presidente fue a Miami.

Queremos seguridad para todos, no sólo para mandatarios

A propósito de igualdad ante la ley, es contradictorio que el señor presidente prohíba revelar sus destinos y detallar sus gastos, pero que más y más se escudriñe la vida de la gente, se fiscalicen sus ingresos, se espíen sus actividades.

Los viajes presidenciales se hacen con fondos públicos y son de interés para los ciudadanos; lo segundo es parte del manoseo tributario y de la creciente invasión gubernamental en la vida personal de los salvadoreños.

No informar, como es el deber de todo servidor público -–el que sirve a la gente y no el que pretende que la gente le sirva— tiene el agravante de que genera rumores y medias verdades, desde que muchas salidas son para promover la candidatura de la Primera Dama a un puesto en las Naciones Unidas hasta que la mayoría consiste en costosos viajes de placer del jefe del Ejecutivo y sus comitivas.

Seguridad nacional tiene que ver con la buena o mala economía, con el combate a bandas criminales, con la creación de empleo, con la eficiencia de los servicios públicos. Un país que se empobrece y sufre de crecientes discordias y odio de clases, es mucho menos seguro que un país que cuida la convivencia pacífica y se desarrolla en lo material y cultural. Es seguridad para todos lo que queremos, no sólo para mandatarios.