“¡Esta es la juventud del Papa!”, el grito de los peregrinos católicos iberoamericanos retumbó ayer desde las gargantas de una multitud en Río de Janeiro con motivo de la inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
La frase en español fue coreada constantemente en la playa de Copacabana, lugar donde se celebró la misa de apertura, y cada vez que se encontraban los alegres grupos de fieles en las calles cariocas, en el metro, o en los autobuses que se dirigían a la playa.
Hasta los brasileños se esforzaban en pronunciar en español para acompañar a los miles de peregrinos llegados de cada esquina de América Latina y de España.
Los jóvenes católicos también se animaban unos a otros entonando el nombre de los respectivos países de procedencia, que en su mayoría estaban identificados con sus banderas nacionales, que dieron a Copacabana un colorido internacional.
Cientos de banderas de diversas naciones podrían verse en la playa.
Durante toda la tarde se desarrollaban los conciertos de música católica, entre ellos el cantante español de alabanzas Migueli, con los que se amenizó la velada previa a la misa inaugural.
La celebración litúrgica fue oficiada por el arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, quien fue el encargado de inaugurar el encuentro internacional junto al cardenal Stanislaw Rylko, responsable de la JMJ en el Vaticano.
Además de Tempesta y Rylko, en la misa participaron siete obispos auxiliares y más de mil 500 religiosos, entre cardenales, obispos y sacerdotes, muchos de los cuales acompañan a las delegaciones de jóvenes que llegaron a Río proveniente de los cinco continentes.
Es sin duda una fiesta católica.
Salvadoreños presentes
Entre el mar de banderas estuvieron presentes delegaciones salvadoreñas, entre ellas Los Peregrinos de la Paz .
“La experiencia hasta el día de ahora ha sido espectacular, como poco a poco nos hemos ido encontrando con otras delegaciones y a pesar de que somos de distintos países y otras culturas nos entendemos por el mismo espíritu de Cristo y es tan bonito” , dijo Ronald Mancia, miembro de la delegación salvadoreña.
Durante el día los salvadoreños tuvieron la oportunidad de acercarse al templete y apreciar como este ya estaba rodeado de peregrinos que esperaban el acto de la tarde.
Los salvadoreños se contagiaron al ritmo de la música en Copacabana.
“Bem-vindos, todos vocês, se sentir em casa”, así cantaban a ritmo de panderetas un grupo de brasileños quienes les daban la bienvenida a los grupos de salvadoreños que está formando parte de esta gran fiesta de la juventud mundial de la Iglesia Católica.
“La gente de Brasil nos ha tratado bien, las familias que nos han acogido son una bendición de Dios en verdad a través de ellos podemos sentir el amor de Dios, estamos con ansias de que llegue el día de encontrarnos con el Papa Francisco”, añadió Mancía.
El Papa da las gracias
El Santo Padre agradeció ayer a través e su cuenta en la red Twitter “la magnífica acogida” que le brindó Río de Janeiro, a donde llegó este lunes para participar en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
“Gracias! Gracias! Gracias a todos ustedes y a todas las autoridades por la magnífica acogida en tierra carioca”, escribió el Papa Jorge Mario Bergoglio ayer, tras haber pasado su primera noche en Río de Janeiro.
“Hoy comenzamos una semana estupenda en Río. Que sea una ocasión para profundizar nuestra amistad con Jesús Cristo”, apuntó el Papa argentino.
Desde su llegada a Brasil el pontífice ha dejado ver su carisma y sencillez, montando en un pequeño auto Fiat y deteniéndose en el camino a saludar a los fieles que sobrepasaron las barricadas de seguridad este lunes.
Para hoy el pontífice llegará a la región de Aparecida, para visitar la gigantesga basílica donde se encuentra la imagen de Nuestra Señora de la Concepción de Aparecida, donde oficiará una misa.
Miles de peregrinos esperan desde el lunes a las afueras de este templo para presenciar esta ceremonia.
Por la tarde de hoy, el Papa Francisco visitará el Hospital San Francisco Asís de la Providencia.