Evo, símbolo de la izquierda latinoamericana

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Evo, símbolo de la izquierda latinoamericana

Por Por Ricardo Esmahan*

2013-07-08 6:04:00

El martes pasado, el indígena oriundo de la meseta andina del Lago Titicaca, Evo Morales, vivió afligido un incidente inusual en la historia de las naciones y sin precedente en el derecho internacional imperante desde la Segunda Guerra Mundial, respecto al trato de inmunidad que los países europeos están supuestos a dispensar a un avión presidencial que vuele sus espacios aéreos. Inusual porque el mandatario estaba a bordo del avión presidencial boliviano.

Evo no se atrevió a sobrevolar estos territorios vedados ante una clara advertencia de consecuencias fatales si se desobedecía. Tuvo que aterrizar de emergencia en Viena, con su avión ya falto de combustible, sólo para que fuese revisado y dar garantías internacionales de que Evo no había cometido otra locura, como llevar protegido a Snowden, el especialista desertor de los aparatos de inteligencia norteamericanos, al que ningún país, incluso Rusia, acepta dar asilo.

Luego de este incidente internacional de Evo, algunos gobiernos socialistas de América del Sur (de Centroamérica sólo Nicaragua) han ofrecido asilo humanitario a Snowden. Una bravuconada para desafiar la justicia de Estados Unidos.

Es importante reflexionar que Evo Morales, prácticamente, es un símbolo viviente del socialismo latinoamericano. Como líder de Cochabamba, defendiendo los intereses de los cocaleros de su país, llegó a ser diputado de Bolivia. Y con participación destacada en los movimientos de izquierda bolivianos, ostentó la candidatura presidencial triunfante en diciembre de 2005. Con este triunfo electoral democrático y su famosa frase, encantó a los pueblos indígenas del continente: “Ya hemos ganado. Aymaras, quechuas, chiquitanos y guaraníes por primera vez somos presidentes”.

El 22 de enero de 2006, Evo asumió la Presidencia de Bolivia como el primer indígena que ocupaba tan alto cargo en América. Desde su visión se trazó el reto de refundar la nación más pobre del Sur del continente, donde el Che Guevara encontró su inexorable destino guerrillero, consagrándose como silueta publicitaria en blanco y negro de las izquierdas latinoamericanas.

Con liderazgo socialista, el gobierno de Evo estableció alianzas con otros gobiernos de izquierda, para los cuales Evo se volvió un símbolo viviente. El más legítimo representante de los pueblos latinos… El indígena.

Y fue así como un líder de la izquierda salvadoreña, Schafik Handal, pese a pronósticos médicos, acudió a la toma de posesión de Evo, falleciendo a su regreso a El Salvador por su delicada condición cardíaca. El último sacrificio político de ese estadista de recordada trayectoria, a la fecha reconocido por ser consecuente con sus ideales comunistas.

UNASUR ha cerrado filas en torno a Evo y su vedado paso sobre los territorios de Portugal, España, Francia e Italia, hasta que se dieran garantías de no llevar consigo a Snowden. Esto ha desatado fuertes pronunciamientos en el sur. Ya me imagino cuan iracundo hubiese reaccionado Chávez si todavía estuviera al frente de esta alianza izquierdista latina.

¿Y qué dice la izquierda salvadoreña del asunto?

Si Schafik Handal estuviese vivo al darse cuenta de este suceso, imaginamos cómo se hubiera enfurecido ante la afrenta a su amigo Evo. Y hubiese sido consecuente con tantas protestas callejeras que hizo el FMLN contra los tratados de libre comercio. Como diputado hubiese negado su voto a un tratado con la Unión Europea.

Sin embargo, estando aún Evo varado en el aeropuerto de Viena, el presidente de la Asamblea anunciaba cómo el FMLN estaba dispuesto a acompañar la ratificación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. Olvidando cómo, por años, este partido político movilizó a su militancia bajo el sol, azuzándola contra todo TLC pactado por El Salvador en beneficio del país y el acceso a nuevos mercados.

* Colaborador de El Diario de Hoy.

resmahan@hotmail.com