Magistrados: “En el caso Beatriz nos quisieron manipular”

Magistrados dicen que no había petición expresa de aborto en la demanda

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Los magistrados Florentín Meléndez, Rodolfo González, Belarmino Jaime y Sidney Blanco hablaron del tema de Beatriz en su cuarto año de trabajo en la Sala de lo Constitucional. Foto EDH / Marvin RecinosLos magistrados Rodolfo González y Belarmino Jaime en momentos de trabajo en la CSJ. Foto EDH / Mar

Por ??scar Iraheta Twitter: @oscar_iraheta

2013-07-17 8:00:00

Para los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, la petición de amparo en el caso de Beatriz en abril pasado fue una especie de trampa o engaño, una demanda “alterada” en la que nunca se pidió expresamente una autorización de aborto, sino derechos a la vida y a la salud.

El novedoso caso habría servido para que grupos de feministas y otros sectores de la sociedad presionaran para que se abriera una puerta a que autorizara el aborto en el país. El tema, inclusive, trascendió internacionalmente y generó muchas criticas para los magistrados porque no ampararon a la joven.

El magistrado y juez de carrera Sidney Blanco explicó que fue una demanda repentina, la cual solo estaba acompañada de varias actas suscritas por varios médicos.

“La primera impresión que causó era que debíamos actuar urgentemente porque se planteaba un drama en donde cada minuto Beatriz se estaba jugando la vida o la muerte”, dijo Blanco.

El magistrado detalló que “no había una petición expresa de autorización de aborto, sino que planteaban derecho a la vida, a la salud, y que había que actuar inmediatamente. Y que para proteger la vida y la salud era indispensable la interrupción del embarazo”.

Esa afirmación de los demandantes, más el acta de un comité de médicos, obligó a los magistrados a actuar de forma inmediata, admitieron la demanda y fijaron una medida cautelar orientada a ordenar a las autoridades a dar todo el tratamiento necesario para preservar los derechos pedidos y la salud de Beatriz.

Para Blanco, en el caso fue clave escuchar a los peritos, a los médicos forenses y hasta a la misma joven, quien nunca pidió a los magistrados que se le practicara un aborto.

La demanda llegó a pocas semanas de que se vencieran los términos del aborto terapéutico y no se conocía el verdadero sentir de Beatriz.

Blanco indicó que, como tribunal que son se les ocurrió realizar una fase de pruebas en una audiencia, la cual fue cerrada para los periodistas.

“Considerábamos que era indispensable conocer dos cosas: escuchar a la propia Beatriz y acudir a verdaderos especialistas para que evaluaran no solo la salud física, sino también mental de Beatriz, para tener mayor seguridad en el fallo que íbamos a emitir”, señaló Blanco.

El juez de carrera aseguró que “en la audiencia, los magistrados querían escuchar a los médicos forenses para que con sus términos técnicos nos dijeran si efectivamente había un riesgo a la vida y a la salud de Beatriz”.

Todos coincidieron en que la joven no estaba en riesgo de muerte como se había dicho e intentaron hacer creer a la Sala de lo Constitucional.

“Cada uno de nosotros se formó una idea después de escuchar a cada uno de los especialistas y después de escuchar a Beatriz, y en el momento de la deliberación todos estábamos convencidos de que el planteamiento inicial de la demanda estaba alterado”, afirmó el magistrado.

Blanco detalló que con sus colegas tuvieron la percepción de que los intentaron manipular.

“Después de escuchar a los especialistas dijimos: ‘esto no es exactamente lo que nos vinieron a plantear en la demanda’. Obviamente, en todos los procesos son las pruebas las que determinan el sentido de las sentencias. Y, en este caso, fueron las pruebas de los especialistas las que tuvieron mucha incidencia en el fallo”, dijo el funcionario.

Discrepancias a la hora votar y emitir el fallo

El novedoso caso llevó a los magistrados a tener votos y opiniones diferentes y donde lo único que los magistrados estuvieron de acuerdo fue en la visión humanista de la Sala, pero no en amparar a Beatriz. Las diferencias por el caso aún se perciben.

Para Blanco, “en términos generales había unanimidad y si había una discrepancia era sutil entre los votos que presentó uno y otro. Eran contradicciones, es casi decir lo mismo con otras palabras”.

Sin embargo, para el magistrado Florentín Meléndez, “no es cierto lo que afirma Blanco en que todos dijeron lo mismo de distinta manera en el caso”.

Meléndez asegura que en el fallo de fondo definitivamente hubo una diferencia muy clara, ya que tres magistrados (Belarmino Jaime, Salomón Padilla y Sidney Blanco) optaron por no amparar a Beatriz, y él optó por amparar a la joven, y allí hubo una diferencia de fondo.

“En este caso de Beatriz coincidimos en que somos y debemos ser un tribunal defensor de la vida, sin optar por el sacrificio de la vida de uno para garantizar la vida de otro, y ese fue un planteamiento unánime”.

Para el magistrado Meléndez hubo diferencias en los votos, ya que se había comprobado definitivamente que había una omisión y eso fue comprobado por los médicos en la audiencia.

“Ese fue mi punto de vista. Se comprobó el alegato de la parte demandante, por lo que técnicamente procedía el amparo, cosa en la que no coincidieron mis colegas radicalmente”.

Para Blanco, “en la Sala no se permite que ningún magistrado quiera influir en el otro, y eso es lo democrático del tribunal: la voz y el voto que tenemos cada uno, la deliberación abierta y sincera en los debates que se producen para dar los fallos”.