Por si los ingresos que recauda Hacienda no fueran suficientes, el Gobierno prepara un nuevo paquete de impuestos que, según el ministro Carlos Cáceres, ya está listo y podría aplicarse este año.
El Ministerio de Hacienda quiere gravar las transferencias bancarias, los productos usados por las imprentas y periódicos del país y las propiedades de lujo.
Para el director de asuntos económicos y sociales de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Waldo Jiménez, un paquetazo adicional debilitará mucho más la economía nacional, considerada por hoy, la de menor crecimiento de Centroamérica y una de las más bajas de América Latina.
“Si se fija, este Gobierno sólo ha aplicado impuestos, solo se ha ido por el lado de recaudar más ingresos”, dijo el economista, quien, por el contrario, no ha visto ningún esfuerzo del Gobierno por reducir sus gastos.
Según su análisis, las dos reformas tributarias aplicadas por esta administración han frenado el desarrollo de muchas empresas que, en vez de comprar más maquinaria o de contratar a más empleados, tuvieron que usar ese dinero para pagar más impuestos.
Las autoridades gubernamentales, por el contrario, destacan que a pesar de estos dos paquetes tributarios, el país salió de una cifra de crecimiento negativa (-3 % en 2009) y ha alcanzado un crecimiento de 1.5 % del PIB el año pasado.
“Pero ese es un crecimiento mediocre. Conformarse con un crecimiento como ese, no basta”, dijo el representante de la empresa privada.
Las dos reformas tributarias anteriores lograron recaudar más ingresos, pero según Jiménez, se han concentrado en la misma base tributaria, en los que ya pagan, que son siempre, las empresas del sector formal y los empleados.
Sin embargo, el crecimiento económico sigue bajo. “Cada vez el país tiene menos capacidad de generar riqueza”, agregó.
El economista Claudio de Rosa explicó hace una semana que si el Gobierno lo que quiere es más dinero en sus arcas, debería hacerlo a través de un mayor crecimiento económico y una mayor eficiencia en la recaudación de los impuestos.
Un verdadero pacto fiscal, con el que el Gobierno redujera sus gastos también podría dotar de más recursos al Estado, según De Rosa.
La principal crítica que varios economistas hacen al Ejecutivo es que a pesar de haber recibido más dinero que gobiernos anteriores, no ha sido capaz de equilibrar las finanzas públicas por el cada vez más excesivo gasto corriente.