BRUSELAS. El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, presentó ayer su dimisión tras haber perdido la confianza de sus socios en el Gobierno por un escándalo en el servicio de espionaje del país y anunció la convocatoria de elecciones anticipadas para octubre.
“Mañana propondré al Gran Duque la disolución de la cámara y la celebración de elecciones anticipadas”, dijo Juncker ante los diputados, que en un informe parlamentario le consideraron “responsable” político de las irregularidades en el servicio secreto, conocido como SREL.
Juncker, que ayer defendió durante dos horas su gestión del caso ante el parlamento, terminó por tirar la toalla una vez que el otro miembro de la coalición gubernamental -el partido socialista luxemburgués (LSAP)- anunció que le retiraba su apoyo y reclamó elecciones anticipadas.
El primer ministro, que dirige el país desde hace 18 años, admitió hoy haber cometido algunos errores, pero rechazó declararse responsable de las irregularidades en el seno del servicio de inteligencia.
Los diputados consideran que Juncker no controló debidamente los excesos de ese departamento, entre los que figuran supuestas escuchas ilegales y malversación. —EDH