La esperada celebración de la Independencia de Estados Unidos ha legado con un puente de vacación veraniega en un fin de semana largo para muchos trabajadores. Los festejos inician este 4 de julio con la fiesta nacional a la que se suman miles de compatriotas que se reúnen familia para las tradicionales parrilladas, la quema de pólvora en la noche o acudir a los eventos públicos en ciudades y condados del país.
Los 237 años de independencia de la primera potencia del mundo no pasan desapercibidos, especialmente en el Área Metropolitana de Washington, la capital nacional centro de poder federal hace una de las demostraciones más espectaculares de fuegos artificiales.
Desde principios da semana, zonas aledañas a la explanada nacional, más conocida como el Mall, donde están los emblemáticos monumentos de Washington, están vedadas al público ante la preparación de los cientos de toneladas de pólvora importada de China para cerrar la noche con la gran alborada.
Datos ofrecidos por el Perfil de América Facts, para el Censo Nacional, revelan que este año en Estados Unidos se gastarán en juegos pirotécnicos en ciudades y condados, incluyendo la capital nacional más de $218 millones de dólares, y para el mercado doméstico China habrá exportado $231 millones de dólares para las quemas de pólvora casera en toda la unión; además de banderas y otros objetos alusivos al día patrio que remueven la economía.
Pero en la fiesta no pasa desapercibida la diversa gastronomía que caracteriza amplias regiones de Estados Unidos, el salvadoreño Manfredo Mejía, propietario del Restaurante Atlacatl en Arlington, Virginia, comenta que ese día a diferencia de otros negocios que cierran, esa casa está abierta por ser un día de mucha actividad ante la llegada de turistas y comensales que tienen el día libre.
“El 4 de julio siempre es bastante bueno hay mucho movimiento porque hay turistas que vienen a la ciudad y buscan comida típica, además de muchos trabajadores que tienen día libre y vienen a comer a nuestro restaurante”, explica Mejía.
Otros como el compatriota salvadoreño Nelson Zavaleta, residente en Maryland, aprovechan la festividad para una reunión familiar que se ha vuelto tradición en su vida en Estados Unidos, donde no puede faltar un asado y cerrar la noche con juegos pirotécnicos, único día que se permite en esa nación el quemar pólvora.
Cuando los padres de la nación firmaron el acta de Independencia de las 13 colonias que se separaron del imperio Británico, el 4 de julio de 1776, en la creación de los Estados Unidos de Norteamérica, el país tenía una población de 2.5 millones de habitantes, según datos de la Oficina del Censo Nacional.
Para este 4 de julio, esta misma oficina calcula que el país tiene una población de $316.2 millones de habitantes; de estos, cerca de 50 millones son inmigrantes latinoamericanos, que representan un 15.2 por ciento, habiendo superado a la población afroamericana que representan el 12.6 por ciento. De este porcentaje se extrae un número muy significativo de salvadoreños que según datos oficiales es de 1 millón 700 mil connacionales residiendo la Unión Americana donde hoy también celebran su bi nacionalidad.