La guara y el cóndor

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Los nuevos refuerzos de Firpo para el Apertura 2013. Foto EDH / César Najarro

Por Por Carlos Alfaro Rivas*

2013-07-09 6:04:00

El ícono del nuevo logotipo de Avianca es una representación del poderoso condor que, con su aplicación semitriangular, pretende simbolizar el mapa de las tres Américas. Producto del ingenio de Lippincott, empresa newyorkina de identidad corporativa, ha sido comentado en el mundo publicitario por su semejanza con el águila de American Airlines. Por la sanidad de la carrera de diseño gráfico, espero sea una mera coincidencia.

Es lógico que un diseñador extranjero adopte el cóndor como foco central de su propuesta: Símbolo nacional de Colombia, alegre miembro del folclor y mitología andina, en triste peligro de extinción por culpa de la deforestación.

La nueva identidad corporativa, que ahora comentamos, pretende reflejar el legado tanto de Avianca como de TACA, pero al sólo verla nos trasladamos a Sur América.

En el 2006, Lippincott también tuvo la responsabilidad de diseñar el último logotipo de TACA, dándole al clavo con una abstracta representación de la guara. Tan brillante trabajo, abonó la marca hacia una nueva era de excelencia latina, de la cual Avianca se enamoró.

Este proceso de excelencia, inició con la consolidación de la aviación centroamericana, cuando entre 1989 y 1992, TACA adquiere mayoría accionaria en Aviateca, Sahsa, Aeronica y Lacsa.

Tuve la suerte de estar involucrado en la creación de una marca unificada compuesta por cinco guaras doradas, volando en unísono, cada cual representando una de las cinco aerolíneas del Grupo TACA.

La guara fue lo primero que se le vino a la mente a Daivd Hedley, el diseñador inglés a cargo de tan vital proyecto. Al explicar su creación comentaba: “toda la elegancia y solidez, en las guaras doradas del logotipo y todo el calor, orgullo y pasión centroamericano, en la cresta roja pintada sobre las cabinas de mando.”

Cómo nos divertimos expresando el color de la región con plumas de guara en los uniformes, fotografiando todas las especies de guara del Parrot Jungle, aplicando estas fotos como toque de sorpresa en nuestra publicidad.

Retrocediendo en el tiempo, ¿quién no recuerda el 767 de TACA (alias “La Tuncona”) pintado con franjas azul, roja y amarilla? Nada qué ver con la bandera de Colombia; mucho que ver con los colores más chillantes de la guara.

Eran los tiempos en que TACA inició su participación en ferias de turismo con un stand en la ITB de Berlín, en busca de alemanes para llenar sus asientos. La sensación de la feria fue un bailarín, moviendo su esqueleto al ritmo del xuc, disfrazado de guara con –tal si fuera Superman– el logo de TACA estampado en el pecho. Sehr Gut!

Déjenme contarles de dónde viene la guara.

En 1931 el aventurero neozelandés Lowell Yerex, piloteando el monomotor Stinson de la Fuerza Aérea hondureña, apaga una revolución en contra del presidente Carías.

En agradecimiento Carías le ofrece una generosa recompensa pero Yerex, ni lento ni perezoso, le pide su avión.

Resulta que Yerex llegó a Tegus invitado por su coterráneo Harry D’arcy, yerno de Edith Gallont, hermana de mi abuela materna. Desde el cuarto de huéspedes, con vista al patio central, Yerex se enamoró de las guaras de la tía Edith.

Con su primer avión, Lowell funda Transportes Aéreos Centro Americanos, y durante la celebración de su vuelo inaugural, devela el primer logotipo de TACA, compuesto por una guara “punk” en pleno vuelo.

Un periodista cuestionó la razón de la guara y Yerex contestó:

“Es que al igual que mis pilotos, cacaraquean todo el día y vuelan como locas”.

El guardián de turno, de la marca TACA, seguro conocía esta colorida anécdota, pues la guara nunca desapareció de su logotipo, solo evolucionó: Desde la guara tieza de Yerex en 1931, hasta la guara abstracta de Lippincott en el 2006.

Dicen que las guaras no viven más de 75 años. Como que tendremos que modificar el libro Guiness de los Records Mundiales pues la guara de TACA vivió 82 años (1931-2013). No murió de viejita, fue víctima de una ave andina, dibujada en Nueva York.

Echá la pata guarita… ¡Ayyyyyyyyy! (Nos harás falta condenada).

*Colaborador de El Diario de Hoy calinalafaro@gmail.com