“Todos tenemos esa idea de que nos vamos a morir, pero no suicidándonos”

Una joven relata su traumática experiencia al vivir de cerca dos suicidios, el de su prima y el de un amigo.

descripción de la imagen
Todos tenemos esa idea de que nos vamos a morir, pero no suicidándonos

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2013-07-21 7:00:00

“Esto ocurrió hace como 9 años, coincidió con que yo estaba enferma”, relata una joven que vivió el trauma del suicidio de un familiar y también el de un amigo en distintos años.

“Mi familia jamás me dijo que se trataba de un suicidio, probablemente no me lo mencionaron porque eso iba afectar mi recuperación”, comenta la joven sentada en una silla del Colegio Médico en San Salvador, donde se desarrolló la entrevista.

Ella habla de una prima, de 39 años, quien decidió quitarse la vida, probablemente porque era acosada en su trabajo.

“Yo me enteré seis meses después por una tercera persona que me dijo: ‘su prima se encerró en el baño de la casa y se inyectó algo en las venas'”, narra la joven.

En su hogar el caso se manejó como un ataque al corazón, como algo súbito. “La muerte de esta persona la lloré dos veces; todos tenemos el concepto, la idea de que nos vamos a morir, pero no suicidándonos; sino por un accidente, por una enfermedad, pero en nuestra diccionario mental no tenemos la palabra suicidio”, agrega.

“Es una muerte que uno llega a aceptar, pero no a superar ni a entender”, prosigue.

Cuando conoció lo sucedido, a su mente llegaron las preguntas: ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no pude ayudarla? ¿Por qué no vi señales? ¿Cómo fue capaz de dejar a su familia? Su mente se llenó de recuerdos: la sonrisa de su prima, su voz, su manera de andar, las conversaciones que tuvieron…

“En mi familia siempre hay bodas, cumpleaños y esa persona hace falta ahí. Te la imaginás sentada conversando, departiendo; pero no, no está”, comenta la afectada quien pidió no revelar su identidad.

Lo ocurrido no ha sido abordado en la familia hasta el momento. Ella explica que nunca vio una signo que le indicara que algo malo le estuviera pasando a su prima. Lo que sí recuerda son unas marcas en sus brazos; pero por su mente no pasó que estuviera frente a una persona que fuera a intentar suicidarse.

Un año antes, también vivió la partida de un amigo quien se ahorcó. Por medio de una llamada telefónica se enteró de lo ocurrió: “Ese amigo mío se ahorcó, trenzó un lazo y se ahorcó. Sus compañeros de trabajo me llamaron. Yo me desmayé, acudí a la escena. Uno está acostumbrado a ver escenas de películas de violencia, homicidios… Pero mis ojos no daban crédito a lo que estaba viendo, era una escena espantosa”.