Para saber cómo es la atención que reciben las usuarias de Ciudad Mujer, cuatro periodistas visitaron cada una de las sedes del programa, en calidad de usuarias, para solicitar algunos de los servicios que ofrecen.
Este es uno de los programas bandera del gobierno, y aunque al inicio prometió 14 sedes, actualmente funcionan cuatro y al finalizar esta administración espera dejar seis.
El personal de las sedes está conformado por féminas. En la entrada la vigilante pregunta a las visitantes si es primera vez que llegan al lugar.
Para la nuevas usuarias, la visita se inicia con una inducción por parte de las orientadoras de cada uno de los programas que la institución ejecuta; al menos esto ocurrió en las sedes de San Martín y Colón el día que llegaron las periodistas.
Les explican los servicios que la institución ofrece, desde el principio dejan claro que en salud, la prioridad son las embarazadas, quienes reciben atenciones médicas, gratis. Este es el servicio que más demanda tiene.
Para otro tipo de consultas, se les recomienda hacer uso de las unidades de salud y hospitales de la red de salud pública. Entre las usuarias el sentimiento de satisfacción con respecto a la atención y los servicios recibidos es alto, por la amabilidad y disposición de las trabajadores.
Sin embargo, algunas se que de que el servicio sea solo ginecológico preventivo y para las embarazadas.
“Yo vine acompañando a mi hija y quise aprovechar pasar por un malestar en el ojo, pero me dijeron que para lo que tengo no hay atención aquí”, comenta una usuaria proveniente de la colonia Santa Marta, de San Salvador.
Por las mañanas hay mayor afluencia de usuarias y dependiendo de la hora en que se presenten las mujeres así será el tiempo que tendrá que esperar para ser atendida.
Ciudad Mujer tiene cinco áreas: atención para infantes, atención de género, autonomía económica, salud sexual y reproductiva, y educación colectiva.
Este año su presupuesto es de $ 4 millones 750 mil, más fondos provenientes del un préstamo del BID para fortalecer el proyecto por un monto de $ 2 millones 291 mil, según datos del Presupuesto General de Nación 2013.
Sin embargo, a inicio de mayo, el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, pidió una reorientación de fondos por $73 millones 545 mil 900, de los cuales para la Presidencia serían $31 millones 45 mil 900 y parte de ellos se destinaría para los gastos sociales del Ejecutivo, que serán destinados a los centros que provee Ciudad Mujer.
Instalaciones impecables
En cada una de las sedes la higiene y el orden es evidente y cada una de las unidades está debidamente señalada.
En Santa Ana, Ciudad Mujer fue abierto al público el 13 de enero pasado, las usuarias en su mayoría provienen de zonas aledañas, y dicen que no les es posible acceder a todos esos servicios en otras instancias.
El módulo de Salud Sexual y Reproductiva es el más saturado. Un primer vistazo al interior de esa área denota una ocupación total en la sala de espera y área de recepción. Los servicios de ginecología, pediatría y medicina interna son los más solicitados.
Margarita Pineda está en una de las sillas de ese lugar. La mujer se queja porque mañaneó para llegar puntual a las 7:30, pero no imaginó que tuviera que esperar hasta el mediodía. “En la consulta solo unos 20 minutos me tardé, pero el proceso de inscripción hasta que pasé sí fue tardado”, dijo. Esa fue su primera visita y piensa volver.
El mismo día, pero en la sede de Usulután, Ruth Rivera, de 29 años, pasaba con la psicóloga del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu), como parte del control a su trauma psicológico.
La mujer con dos hijos y separada recientemente de su esposo, aseguró que se acercó a la sede para demandar a su esposo y pedir que le asignaran una cuota alimenticia para sus hijos.
“El me echó de la casa y yo me salí de ella con mis hijos porque él es un machista y siempre me trató mal, aquí en Ciudad Mujer me han atendido bien, los servicios que me han dado me han gustado”, aseguró.
Así como ella, al menos 25 mujeres acudían al módulo de Violencia y Derecho de Género para ser atendidas.
Cada madre de familia en la recepción recibía un brazalete para ella y su hijo que luego era llevado hacia el modulo Infantil, donde los niños son cuidados por orientadoras mientras las madres de familia consultaban algún servicio.