Sin garras para defender el patrimonio natural

Con gasolina, pero sin motor para las lanchas, los tres guardarrecursos de Los Cóbanos libran una lucha desigual contra el uso ilegal de redes en la única área costero marina protegida del país. Ahí, por falta de financiamiento, la comanejadora Fundarrecife renunció a programas como el de manejo adecuado de los desechos sólidos

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Así lucía la bocana de Los Cóbanos el 24 de mayo, alimentada por un brazo del río Las Marías. Cuando hay campañas de limpieza, como la del 5 de junio, se recogen hasta 500 libras de basura, explica una guardarrecursos.

Por Texto: Lilian Martínez Fotos: Omar Carbonero

2013-06-10 8:00:00

Pesca ilegal y basura se roban el patrimonio natural de los salvadoreños en Los Cóbanos, la única Área Natural Protegida costero marina de El Salvador.

Frente a la zona conocida por los pescadores como Miravalle, el 24 de mayo, había 10 boyas improvisadas con recipientes de plástico.

El dinero para las Áreas Naturales Protegidas de 2009 a 2012 suma $18 millones, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Aunque de 2009 a 2012, la cifra anual asignada no llegó a las $4 millones, para este año, el MARN ha proyectado una inversión de $5.1. El 73 % de los cuales proviene de la cooperación.

Pero las cifras anteriores no se han traducido en lanchas o motores que funcionen para los tres guardarrecursos asignados por el MARN. Con esas herramientas podrían patrullar más seguido el área marina de Los Cóbanos y evitar el uso ilegal de redes. ¿Cómo cuidan esta ANP de 20,736 hectáreas? La playa, con recorridos a pie. El arrecife y el mar… cuando tienen dinero suficiente como para alquilar una lancha.

La trampa

Parece basura, pero es el método de quienes usan trasmallos y no quieren perderlos. Son botellas vacías de gaseosa o de aceite para carro. Las dejan ahí hasta por 24 horas. De ellas penden redes aseguradas hasta el fondo del mar con un arpón. Pueden medir 300 metros de largo por dos, tres o seis metros de ancho.

Un pescador de Los Cóbanos explica que las redes alcanzan entre 40 y 60 pies de profundidad y afectan tanto los corales como todas las especies que se alimentan y reproducen en la zona. Este método de pesca es prohibido, pero pescadores de comunidades ajenas a Los Cóbanos y a Acajutla lo usan.

Un equipo de El Diario de Hoy lo constató durante un recorrido dentro de la primera milla náutica.

Mientras el guardarrecursos que acompañó a los periodistas sacaba una de las redes, el lanchero sugería, un poco tarde, que el recorrido debió haberse hecho junto a la policía. ¿Por qué? Pues porque quienes usan esos métodos de pesca son capaces de atacar a quienes retiren sus redes con hondillazos… y hasta con armas de fuego.

En lo que va del año, la policía y los guardarrecursos de la zona decomisaron varias redes el 4 de abril. Pero la práctica ilegal continúa. “El lunes”, comenta el lanchero, “andaban como 25 redes… Cada lancha de esas tiene como 10 trasmallos”.

En las redes o trasmallos quedan atrapados pargos, langostas, nagüillas, quinogas… y tortugas que al no poder salir a la superficie ya están muertas cuando los pescadores furtivos retiran los trasmallos para recoger su botín. Lo que, según ellos, “no sirve” es lanzado al mar y flota sin vida como evidencia del delito ambiental. El 24 de mayo flotaba así un murciélago de mar. El artículo 35 de la Ley General de Ordenación y Promoción de Pesca y Acuicultura prohíbe “el uso de trasmallos en las bocanas y en los arrecifes naturales” y el artículo 81 lo cataloga como una infracción leve que será castigada con 20 salarios mínimos.

“Cuidamos de los 100 pies para acá”, dice uno de los tres guardarrecursos pagados por el MARN en la zona.

Idealmente cada mes deberían hacerse tres recorridos de este tipo. Pero la realidad es otra. En el local de Fundarrecife, la comanejadora es esta ANP. Hay dos lanchas, pero los motores están averiados. El MARN provee a los guardarrecursos de gasolina, pero ellos deben arreglárselas para alquilar lanchas y hacer los recorridos. Por eso, explican, no son tan frecuentes.

Pero la pesca con métodos prohibidos no es el único problema aquí. La basura que dejan los turistas que visitan Los Cóbanos los fines de semana se acumula en la bocana que desemboca junto a dos restaurantes. La dueña de un local paga por que se barra y se recoja la basura que rodea su negocio, pero en la bocana siempre hay plástico y platos de poliétileno acumulados. Por ello el 5 de junio se llevó a cabo una campaña de recolección… Pero en la época lluviosa, cuando la basura que es lanzada a las calles es arrastrada a tragantes, llega a los ríos y luego a las bocanas, mantener una playa como la de Los Cóbanos limpia es tarea de todos los días.

Sin fondos suficientes

Fundarrecife, la comanejadora que trabaja en esta área, había contratado a dos personas para que se encargaran de recolectar, separar y disponer adecuadamente los desechos en la zona, pero eso fue hasta diciembre de 2012 cuando se acabaron los recursos que FIAES les había asignado desde 2009.

Karen Cáceres, colaboradora de Fundarrecife en la zona, explica: “En este momento no tenemos financiamiento. Estamos en una etapa difícil. Se está en la búsqueda de fondos y no se está trabajando ese componente porque no hay cómo tener el personal y los recursos”.

Wilfredo López, biólogo coordinador de proyectos de Fundarrecife en Los Cóbanos, es consciente de que a partir de este año FIAES solo financiará proyectos ubicados en humedales con la categoría de sitios Ramsar o de Reserva de Biosfera. En el país hay seis de los primeros y tres de los segundos. Pero ese no es el caso de Áreas Naturales Protegidas como Los Cóbanos y la Barra de Santiago.

López se refiere a FIAES como “nuestro mayor donante”, pero lamenta que Los Cóbanos no sea ni reserva de biosfera ni sitio Ramsar: “Por lo tanto, todos los fondos que podríamos haber obtenido de este donante se han ido para esas zonas y ahí sí están financiado el tema de conservación de tortugas, de moluscos, de peces y crustáceos”.

Mientras Fundarrecife busca fondos para retomar el proyecto de manejo de los desechos sólidos, la bocana luce azolvada, atiborrada de basura y “no se rompe sola”, como dicen los lugareños. Ana María Velásquez, una guardarrecursos, afirma: “Si no la rompemos nos inundamos. Van tres años que pasa”.

La basura se acumula, pese a que tanto los guardarrecursos del MARN como el personal de la comanejadora llevan años tratando de educar a los costeños para que recojan la basura, la clasifiquen y la vendan. Algunos, como los hijos de Mario Roberto Bonilla lo hacen. “Ahí pasan comprando el saco. Es poquito, lo compran por libra”, explica él.

Ana María añade: “Aquí a la gente ya se le concientizó. No es porque no sepa, sino por machismo de ‘no quiero, no hago'”. Karen Cáceres, de Fundarrecife, explica que “cuando hay (dinero para) proyectos se hacen dos o tres campañas de recolección en el mes”. Pues para llevarlas a cabo se necesita tener guantes, bolsas y botas de hule, para recoger la basura acumulada en la bocana y en los canales del manglar.

La falta de recursos también se nota el parque nacional El Imposible, según Juan Marco Álvarez, exdirector de Salvanatura y miembro del Directorio de Paso Pacífico, una ONG dedicada al manejo de áreas naturales y vida silvestre en Nicaragua.

Él asegura que en el Parque Nacional El Imposible la desinversión del gobierno se nota en que después de tener 25 guardaparques en 2008, ahora el parque solo tiene nueve, cinco pagados por el MARN y cuatro por Salvanatura. Esto permite que en esta ANP se practique una cacería que, en palabras de Álvarez, “raya en lo ridículo por la inacción de las autoridades”.