El cadáver de un joven secuestrado el miércoles fue encontrado ayer envuelto en bolsas plásticas en el túnel de la comunidad Aragón, a inmediaciones de un cementerio privado en el sur de San Salvador.
Los secuestradores, que según la Policía son pandilleros, exigían 500 dólares a cambio de respetarle la vida.
La víctima, identificada como Saúl Ernesto Martínez Ordóñez, de 19 años, salió el miércoles de su casa en la colonia Santísima Trinidad, en Ayutuxtepeque, pero, según sus familiares, no les dijo hacia dónde iba.
Sin embargo, al día siguiente la madre del joven recibió varios mensajes en su teléfono celular en los que le pedían 500 dólares a cambio de no hacerle ningún daño a su hijo. Se identificaban como integrantes de una pandilla.
La señora, en su afán de que no le hicieran daño a su hijo y en vista de que no tenían el dinero para pagar el rescate, decidió ir a poner la denuncia a la Policía.
Por tratarse de un secuestro, dado que exigieron dinero para liberar a la víctima, el caso pasó a la División Elite contra el Crimen Organizado (DECO) de la Policía. Sin embargo, el cadáver del joven, quien es estudiante de bachillerato y según sus familiares no tiene ningún vínculo con pandillas, apareció ayer al final de la Avenida Irazú en la colonia Costa Rica.
El reconocimiento legal del cuerpo estableció que la víctima fue degollada.
Investigadores de la Policía creen que las verdaderas intenciones de los pandilleros no eran obtener dinero, sino matar al joven porque aparentemente nunca quiso entrar a la pandilla.
Hieren a niño de siete años
Por otra parte, un niño de siete años fue víctima de la violencia al resultar herido de bala en un ataque que pandilleros perpetraron contra una familia en la colonia Miramar, en Zaragoza, La Libertad.
En el ataque murió Julio César Ramos Pérez, de 23 años, mientras que su madre María Magdalena Pérez y un niño de siete años resultaron heridos de bala.
La condición de salud de la mujer es crítica y el infante está fuera de peligro, según Fredman Castaneda, inspector de la Policía.
Las investigaciones apuntan a que Pérez, supuestamente, tenía relación con mareros de la 18, pero él vivía cerca de donde opera la pandilla rival y por eso lo mataron.
Minutos después del atentado, la Policía capturó a Luis Miguel P., de 19; José G., de 22, y un adolescente de 14. El inspector Castaneda dijo que ellos pertenecen a “una nueva generación de pandilleros”, porque sería el primer homicidio que cometen.
Mientras Élmer Willian Zúniga, de 36 años, fue asesinado a balazos frente al billar donde trabajaba en la 4a Avenida Sur de San Miguel. En el ataque, cometido por tres sujetos, resultó gravemente herido un hombre, de unos 45 años, con el que Zúniga estaba conversando.
Otro panadero asesinado
Juan Carlos Hernández Gómez, de 20 años, fue acribillado a balazos ayer por la mañana cuando se preparaba para ir a vender pan francés. Dos hombres con apariencia de pandilleros lo atacaron a balazos en la playa Las Hojas, cantón Achiotal, en San Pedro Masahuat, La Paz.
Los dos atacantes utilizaron una pistola y un fusil AK-47, por los casquillos recolectados en el sitio del crimen, según el informe de la Fiscalía.
Aunque no revelan detalles sobre los posibles móviles del asesinato, no descartan que se haya derivado por no pagarles la extorsión a las pandillas.
Este es el segundo panadero que es asesinado en 48 horas en el departamento de La Paz.
El miércoles pasado mataron a Natividad de Mercedes Morales Palacios, de 28 años, en el cantón Santiago Martír de San Rafael Obrajuelo.
Otro hecho se registró la noche del jueves pasado en el cantón El Pedregal de Rosario de La Paz. La víctima José Alfredo Nolasco fue atacada a balazos mientras conducía su vehículo. Nolasco se dedicaba a la compra y venta de ganado, por lo que las autoridades de la Fiscalía no descartan que su muerte esté ligada a esa actividad comercial.
Las cifras de la Policía registran los asesinatos de 158 personas en 27 días de junio, lo que refleja un aumento con respecto al mismo período del año pasado en el que iban 154 muertes violentas.
Además la violencia acabó con la vida de 1,021 personas desde el primer día de enero hasta el 27 de junio de este año. Sin embargo, el informe refleja una reducción de 531 asesinatos con respecto al 2012.