RÍO DE JANEIRO. La presidenta Dilma Rousseff se comprometió ayer a abrir nuevos canales de diálogo con la juventud brasileña, el grupo demográfico dominante en las protestas que han sacudido país las últimas dos semanas.
Rousseff y el ministro de Educación, Aloizio Mercadante, se reunieron en la capital, Brasilia, con dirigentes de 25 organizaciones juveniles, entre ellas estudiantiles y sindicales, y con defensores de los derechos de los homosexuales, como parte del diálogo de la mandataria con diversos grupos de interés.
Las conversaciones no llevaron a ningún anuncio concreto resultó de las conversaciones, que el despacho de Rousseff ha descrito como el inicio de un diálogo con la juventud de la nación.
Asimismo, los médicos brasileños han protestado por la idea de Rousseff de contratar galenos extranjeros.
La oleada de protestas inició con el rechazo del aumento en las tarifas del transporte público, pero luego se expandió para incluir una larga lista de quejas, entre ellas la corrupción del gobierno, los elevados impuestos, los malos servicios públicos y el cuantioso gasto del gobierno en los preparativos para la Copa Confederaciones en curso, la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Las víctimas del caos
Mientras tanto, ayer un joven de 16 años se convirtió en la sexta víctima mortal de las protestas al ser atropellado por un camión durante una manifestación en la ciudad de Guarujá, informaron fuentes oficiales.
La víctima fue identificada como Igor Oliveira da Silva y murió a consecuencia de las heridas que sufrió al ser atropellado por un camión que intentó desviarse cuando unos manifestantes bloqueaban una carretera que conduce al puerto de Santos, en el litoral de Sao Paulo.
Y el pasado miércoles un estudiante de 21 años murió debido a las graves heridas que sufrió al caer de un viaducto en medio de una protesta en la ciudad de Belo Horizonte.
Mientras que la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación denunció ayer que más de 50 periodistas han sido golpeados. —AGENCIAS