Francisco de Sola:

El también presidente de Fusades consideró que el gobierno está realizando contra el tiempo algunos proyectos y ve clave la concesión del Puerto de La Unión

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De Sola reconoció que el Asocio para el Crecimiento está despegando, a más de dos años de su firma. Foto edh / tomás guevara

Por Tomás Guevara negocios@eldiariodehoy.com

2013-06-24 9:00:00

El empresario Francisco de Sola arribó a Washington en una comitiva conformada por representantes de gabinete económico del Ejecutivo y de la empresa privada para una serie de reuniones conjuntas con oficinas del gobierno estadounidense, como el Departamento de Estado, la Corporación Reto del Milenio (MCC) y tanques de pensamiento en la capital estadounidense.

La visita está enmarcada en la muestra de unidad ante una eventual aprobación del segundo compacto de Fomilenio II, a la que ha aplicado El Salvador para impulsar un proyecto de desarrollo en la zona costera.

De Sola habló con El Diario de Hoy para analizar algunos aspectos puntuales sobre esta visita y la combinación de factores en El Salvador que hacen posible articular esfuerzos para encaminar el Asocio para el Crecimiento que apoya Estados Unidos y el manejo de las diferentes posiciones entre el sector privado y su contraparte gubernamental.

— ¿Cuál es el objetivo de esta visita a Washington en la que llegan con una delegación conjunta con el sector de gobierno?

El objetivo del viaje es apoyar la Iniciativa del Asocio para el Crecimiento y en especial todo aquello que tiene que ver con Fomilenio II, y para demostrarle a la comunidad que aunque tenemos diferencias de opinión con el gobierno, las administramos y estamos unidos en el objetivo principal que es el desarrollo del país. Creo que ese mensaje se han enviado y está claro. hoy (ayer) que vimos a gente de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y de la Corporación Reto del Milenio (MCC) se demostró.

— ¿Qué inquietudes muestran los representantes de EE.UU. con los que se han reunido este día sobre el país de cara a la búsqueda de esos fondos de la cooperación estadounidense?

Yo creo que la principal es ver cómo está el nivel de consenso en El Salvador y nosotros hemos transmitido, que sí hay un fuerte consenso de que el Fomilenio II es importante, que las leyes que se están pensando sean importantes. Quizá el nivel de expresar las diferencias de opinión es donde hemos diferido, pero nos hemos puesto de acuerdo con el presidente de hacer ciertos cambios a las leyes. Eso es positivo. Vemos que todo va caminando en el sentido correcto.

— El andamiaje para echar a andar el Asocio para Crecimiento, después de 27 meses de firmado el acuerdo, ¿a su criterio esto ya está corriendo sobre ruedas o aún quedan ajustes estructurales?

Las dos cosas. El carro está sobre la marcha porque ahorita hay prisa porque el gobierno se vaya en un año; hay prisa porque Fomilenio haya llegado a un punto donde van a aprobar o no aprobar, y todo el trabajo de legislación que se ha venido haciendo ya es carro en marcha. Ya están saliendo las leyes principales, como la de Servicios Internacionales, Zonas Francas; pronto saldrá la de Trámites de Construcción. Esperamos que salgan también las leyes de Garantías a la Inversión y Ley electrónica. Todo es parte de lo mismo.

— ¿Qué otros elementos estarían en juego para avanzar?

Bueno, estamos contra la pared de que hay que concluir la concesión del Puerto de La Unión antes de que se vaya el gobierno y modernizar el aeropuerto que hay que empezar ya, así que se han unido una serie de cosas para que vaya caminando todo.

—¿La concesión del puerto se daría con la misma metodología que se desechó en la administración presidencial anterior?

No, es una metodología más complicada, más cuidadosa en el sentido de transparencias y visión ciudadana de lo que está pasando, supervisada por el Banco Mundial.

— Me parece interesante ese punto de que hay prisa porque el actual gobierno se vaya. ¿Qué puede abonar al respecto?

Para ello dependen muchas cosas, porque muchos apoyos salen de Washington, depende de que la concesión del puerto funcione, depende de una buena acción para modernizar el aeropuerto y depende de acción legislativa para terminar el paquete de leyes. Creo que si no bien vamos a ver acción en este gobierno, si quedará para la siguiente administración.

— ¿La aprobación o rechazo a la propuesta de Fomilenio cuánto puede cambiar esas dinámicas que se proyectan para el país?

Yo tengo la firme impresión de que van aprobar Fomilenio II. Se ha trabajando tanto y es un buen proyecto, porque es un proyecto que le apuesta a la competitividad, a la logística con el aeropuerto y puerto, carreteras y el desarrollo de la zona costera, y hay muchos compromisos futuros del gobierno que tienen que incorporarse en la siguiente administración. Es un excelente proyecto.

— ¿Cómo se conectaría el producto del segundo compacto con el Fomilenio I, que ha dejado esa infraestructura en la zona norte que todavía no ha empezado a dar los dividendos esperados?

Este Fomilenio II tendría un impacto más rápido porque va a conectar San Salvador con La Unión en dos tramos importantes, San Miguel-La Unión y Comalapa-Zacatecoluca, y hay cambios bien importantes a la aduana de El Amatillo que es parte de la competitividad. Entonces eso va a tener un rápido impacto.

— ¿Qué resultados puede tener esta visita luego que ustedes regresen a El Salvador?

Bueno, se demostrará que si bien tenemos diferencias las administramos y estamos en la misma página buscando los proyectos para el desarrollo del país. He ahí la clave.