Condenan a dos por masacre en Tamaulipas

Pasarán cuatro años presos por tráfico ilegal de personas

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??scar Aldana Romero y Carlos Ventura Castillo (los primeros en la imagen) fueron condenados ayer por reclutar a las víctimas y entregarlas a los "coyotes". Foto EDH / Marlon Hernández

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2013-06-27 7:00:00

Los salvadoreños Óscar Antonio Aldana Romero y Carlos Arnoldo Ventura Castillo fueron condenados ayer a cuatro años de cárcel por del delito de Tráfico Ilegal de Personas en perjuicio de algunos de los 14 salvadoreños que fueron asesinados por el cártel de Los Zetas en Tamaulipas, México, en agosto de 2010.

El Juzgado Especializado de Sentencia B argumentó ayer que los convictos fueron cómplices necesarios de Érick Francisco Escobar Ramírez, quien según la Fiscalía General, fue la persona que a cambio de dinero ayudó a las víctimas a cruzar fronteras con la intención de llegar a Estados Unidos de forma ilegal.

Escobar Ramírez, a quien se le imputaba el mismo delito, fue absuelto de cargos por un Tribunal Especializado en mayo de 2012.

Junto a Aldana y Ventura eran procesados Mario Vladimir Ramírez Ramos y Óscar Gabriel Cabrera, pero el juez sostuvo durante la lectura del fallo que no habían pruebas suficientes que los vincularan al hecho, por lo que les decretó libertad.

Durante la realización del juicio, que inició el martes pasado, quedó al descubierto que Aldana y Ventura eran las personas que “reclutaban” a personas que querían viajar ilegalmente al país norteamericano y las ponían en contacto con Escobar Ramírez, quien les cobraba elevadas sumas de dinero.

Banda de traficantes

De acuerdo con las autoridades, los dos sujetos condenados ayer pertenecen a un célula de traficantes de personas que operan en El Salvador, Guatemala y México.

Por este caso, el año pasado fueron procesados y absueltos de cargos Carlos Ernesto Teos, Erick Francis Escobar Ramírez y José Raúl Alegría.

La masacre de 72 personas, entre ellas 14 connacionales, fue cometida el 24 de agosto de 2010 en un rancho de Tamaulipas, cerca de la frontera con Estados Unidos.

De acuerdo con las autoridades, las víctimas eran indocumentados de Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Brasil.

El hallazgo de los cadáveres fue posible tras la denuncia de un hombre de nacionalidad ecuatoriana que escapó de la masacre perpetrada por miembros del cártel de Los Zetas en contra de inmigrantes centroamericanos que se habrían negado a formar parte de la banda delictiva.

El sobreviviente ecuatoriano relató que sobrevivió tras fingir que estaba muerto y después buscó ayuda de la Fuerza Armada de México.

Autoridades de ese país sostienen que Tamaulipas es asediado por la narcoviolencia desatada por Los Zetas y el cártel del Golfo, sus antiguos aliados, quienes constantemente se enfrentan por el control del trasiego de drogas en la zona.