Sugieren coordinar mejor la gestión del agua

Mientras los políticos discuten la propuesta de Ley del Agua, empresas, fundaciones, ONG y ciudadanos deberían ponerse de acuerdo y asumir la gestión de los recursos hídricos, piden

descripción de la imagen
Empresarios y gestores de recursos hídricos participaron en el foro organizado por Fusades y Cedes. Foto EDH

Por

2013-06-13 8:00:00

Conscientes de que el agua es un recurso limitado y vulnerable, ciudadanos, ONG, fundaciones y empresas han desarrollado distintas experiencias para gestionar los recursos hídricos locales.

Estas experiencias, aunque exitosas, han sido atomizadas y poco difundidas. Es momento de que todos dialoguen, tomen “acuerdos mínimos” y no se crucen de brazos a espera que el gobierno les diga cómo gestionar los recursos hídricos.

Esa fue la conclusión más destacada ayer al finalizar el foro “Gestión Integrada de Recursos Hídricos: experiencias exitosas”, el cual organizaron la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) y el Cedes.

Una de esas experiencias es la que desarrolla Industrias La Constancia (ILC). A solicitud de la casa matriz de SABMiller, desde 2001, ILC se ha enfrascado en un proceso para optimizar el uso de agua en la producción de cerveza, explicó Mauricio Chavarría.

Normalmente para producir una sola cerveza se necesitan 75 litros de agua. Para mayo de 2011, ILC ya había logrado reducir en un 18 % el uso de agua en la producción de cerveza. Pero la meta de SABMiller para 2015 es reducir el uso del agua en un 25%.

Por su parte, Enrique Merlos, de Global Water Partnership (GWP), sugirió dejar de lado que, cuando se encuentran las ONG, las empresas y las comunidades, surgen las críticas de unos para otros y los reclamos: “Mejor veamos qué fortalezas tenemos cada uno de los actores, pongámonos de acuerdo, acuerdos mínimos, si no es posible entendernos en todo, y pongámonos a trabajar”.

Aseguró que en los últimos seis meses, ejecutivos de ILC han estado dialogando con 54 comunidades de Nejapa y de Quezaltepeque, autoridades municipales y ONG como Funde y Oxfam. “Es un proceso que muchas veces en el lado privado no hemos estado dispuestos a tenerlo por prejuicios o por malas experiencias o por temores. Eso tiene que desaparecer”, dijo Chavarría.

El director ejecutivo del Consejo Empresarial Salvadoreño para el Desarrollo Sostenible (Cedes), Juan Marco Álvarez, afirmó antes: “La gestión de cuencas hidrográficas tiene implicaciones financieras para las empresas y para otros actores”.

En su opinión, es necesario que las empresas inviertan “en protección y en conservación”, aunque el gobierno disminuya esa inversión.

El expresidente de Fonaes, Adolfo Villacorta, recordó que según el Censo de Población y Vivienda 2007, 315 mil hogares no tenían agua en sus domicilios en ese entonces. A esto se sumaban 112,518 hogares más que “ni siquiera tenían fuentes de agua cerca”. Se trata de familias cuyas mujeres, niños y ancianos dedican dos, cuatro o seis horas al día a ir para ir a traer un cántaro con agua, lo que equivale a 12 botellas.

Aunque desde organismos como Fonaes y organizaciones como Visión Mundial se ha trabajado para que esas comunidades tengan acceso a fuentes de agua más cercanas, lo anterior “no ha cambiado” y sigue ocurriendo en El Salvador, según Villacorta.

David Paredes, responsable de agua y saneamiento de Visión Mundial, explicó que dicha ONG busca reducir las enfermedades originadas por la falta de agua potable, como son las diarreas. Por ello buscan que las comunidades donde interviene lleguen a tener “agua segura” para beber, pero también prácticas de higiene y saneamiento.

Hasta el momento, esta ONG ha participado en la gestión de 17 sistemas de distribución de agua, para lo que ha aportado $1.24 millones, a los que se han sumado $3.9 millones provenientes de alianzas con otras organizaciones e instituciones y $400 mil aportados por las comunidades beneficiadas.

Entre varias experiencias exitosas, Jorge Oviedo, del Fondo de la Iniciativa para las Américas (Fiaes), hizo referencia a la creación del Comité de Rescate de Cuencas de La Libertad (Corcull), una iniciativa de los alcaldes de Comasagua, el Puerto de La Libertad y Huizúcar a la que se sumó Santa Tecla. Esto ante la urbanización de los dos últimos municipios, Nuevo Cuscatlán y Antiguo Cuscatlán. “Las comunidades del puerto (…) están sufriendo el embate debido a la alta erosión y a la contaminación”, señaló.