Un estudio elaborado por el consultor mexicano de la firma “Adhoc” Marcos Ávalos y presentado ayer por la Superintendencia de Competencia recomendó a las autoridades salvadoreñas la creación de una política de “slots” (horarios de aterrizaje y despegue) con la que se logre una mayor competencia entre las líneas aéreas que operan en el país.
Esta política podría definir las franjas horarias en las que las aerolíneas operarían (ya sea mañana, tarde o noche), lo que permitiría una competencia más sana y a la vez, mejores precios para el consumidor, según Ávalos.
El diagnóstico también sugirió aplicar una modalidad de mostradores (counters) compartidos, conocida como “Cute”, para que los espacios dentro del aeropuerto sean mejor aprovechados.
Las recomendaciones, de hecho, ya no son nuevas para las autoridades, pues el director de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Proesa), Giovanni Berti, confirmó que la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (Cepa) ya está trabajando en una política de slots que podría estar lista al finalizar el año.
Además, este año se concluirá el análisis de las tarifas aeronáuticas, todo enmarcado en la renovación y expansión en la que ya se subió el Aeropuerto Internacional.
Estas medidas buscan permitir que otras aerolíneas puedan operar en el país y diversificar sus ofertas de rutas y horarios.
Avianca, considerada en el estudio como la aerolínea con una “posición dominante”, es la que más está de acuerdo con que haya competencia en el país, según dijo ayer el presidente de su junta directiva, Roberto Kriete.
“No le tenemos miedo a la competencia. Hemos nacido compitiendo con grandes monstruos”, dijo Kriete. Y añadió que para él, sería “un placer” competir con una nueva línea aérea.
De hecho, para el empresario, el Gobierno también debe poner de su parte para que esta competencia incremente, a través del turismo.
El país tiene una política de cielos abiertos con Estados Unidos, pero no así con países como México, Canadá y Brasil, por ejemplo, con los cuales se podría aprovechar un mayor flujo de pasajeros y así, incrementar las rutas, las frecuencias y el precio.
El estudio se conoce en momentos en que Alba Petróleos ha mostrado su intención de financiar una aerolínea de bajo costo en Centroamérica.