El chelito

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La Cel argumentó que el primero "no era un diseño final, sino básico", por lo que queda la pregunta: ¿si era básico, por qué entonces iniciaron los trabajos que ahora están abandonados?

Por Por Sergio Rodríguez ??vila*

2013-06-14 6:03:00

El pasado jueves tuve la oportunidad de presentar en el programa de Ernesto López, en el Canal 21, las propuestas de los jóvenes del MedioLlénate 2013, plasmadas en el documento “El plan de gobierno de los jóvenes 2013”, que pueden encontrar en el siguiente link: mediolleno.sv/mediollenate2013.

Sin embargo, en esta columna no hablaré de las propuestas, sino sobre un tema que siempre me ha llamado la atención: los calificativos para descalificar la opinión de las personas.

Esta fue la segunda vez que Ernesto López me invita a su programa (aprovecho para agradecerle por tomarnos en cuenta), y en ambas tuve una experiencia interesante. Durante la entrevista, López permite que haya intervenciones por medio de las redes sociales, correos electrónicos y hasta llamadas telefónicas. Me parece excelente esa apertura a su teleaudiencia, es muy aplaudible y quiero aclarar que no estoy protestando por ese hecho. Lo que pasó es que luego de más de una hora de estar hablando de posibles soluciones que recomendaron los jóvenes (de izquierda y derecha) en el MedioLlénate, empezaron a llegar los mensajes para descalificar todo lo que había dicho.

Hubo un correo de una joven llamada “Karla”, y su comentario fue en conclusión que todo lo que había dicho yo en ese momento no tenía ninguna validez porque soy “chelito”. Interesantemente el año pasado me dijeron exactamente lo mismo en la misma entrevista, además me lo dicen en varios espacios de otros medios incluyendo MedioLleno.sv: “Su opinión no tiene validez por ser chele”.

En este país si uno critica al FMLN, eres de ARENA, y si criticas a ARENA, eres del FMLN. Personalmente, se me ha acusado de ser de todos los bandos políticos, y estoy seguro que a varios les ha sucedido lo mismo. Miremos lo que le dicen a Paolo Lüers cuando crítica a alguien que a uno le molesta, “es alemán y chele, entonces no tiene por qué estar criticando a los salvadoreños”, claro, cuando no les conviene.

Por los últimos meses que Luers criticó al FMLN y GANA, los de ARENA lo apoyaron y hasta alabaron su valentía. La semana pasada Lüers escribió una columna criticando la campaña de ARENA, entonces ya se volvió “rebelde” y a lo mejor “regresó a su pasado del FMLN”. No funciona así la cosa.

La opinión de los demás debe respetarse, siempre, y cada uno tiene derecho a pensar y defender lo que cree sin temer a represalias de ningún tipo al respecto. Claro, si criticamos debemos estar abiertos a que nos critiquen, pero dudo que el hecho que sea chelito, colocho y un poco relleno afecte el cariño y amor que pueda tener por Dios, mi familia, mi país y mi gente, ni descalifique la validez de mi opinión.

Los salvadoreños debemos aprender a convivir uno con el otro, a “unirnos” (ocupar esa palabra no quiere decir que me volví del bloque de Saca), a “recuperar nuestro país” de la pobreza (ocupar esa palabra no quiere decir que me volví de Quijano), a sacar “adelante” a El Salvador porque nuestro país se lo merece (ocupar esa palabra no quiere decir que me volví de Sánchez Cerén).

*Lic. en Ecomomía.

Columnista de El Diario de Hoy.

twitter:@SergioTotoR