Lleve bosques y ornato a las regiones costeras

b Propios de la flora local y de características peculiares para atraer turistas y abrir mercados

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Diferentes aves aprovechan la flora en zonas costeras de El Salvador. Foto edh / archivo

Por Mariano Villatoro comunidades@eldiariodehoy.com

2013-06-17 7:00:00

Hay numerosos terrenos poco aprovechados en la costa salvadoreña. Con un poco de esfuerzo y creatividad, se pueden convertir en áreas atractivas y fuente de óptimos ingresos.

Los aspectos positivos de la costa salvadoreña son muchos y debemos aprovechar que las variaciones de clima no son extremas. Si se toman en cuenta las apuestas para dirigir obras de desarrollo a ésta área del país, bien vale la pena iniciar desde ya acciones para mejorar estas regiones y aprovechar el desarrollo que llevan carreteras y turismo.

En pocos años se pueden establecer estampas próximas al concepto de los paraísos tropicales con cultivares de frutales, forestales y ornamentales ordenadamente distribuidos generadores de ecosistemas únicos, involucrando ambientes propicios para el desarrollo de la fauna, en especial de la aves locales y migratorias.

Así, la costa puede convertirse en una franja con gran atractivo turístico que se convertirá en fuerte mercado para los diferentes productos que se puedan ofrecer en función de la variada flora que se adapta a esa zona.

Entre frutales apropiados para la costa tenemos cacao, cocoteros, nance, morro, marañón, plátano, guayabo, limón pérsico, limón indio, mangos, mandarina, arrayán, achiote, tamarindo, carambola, marañón japonés, icaco, naranja valencia.

Puede plantar forestales como cerezo, teca, volador, gravileo, madrecacao, nim, cortez blanco, cortez negro, maquilishuat, San Andrés, mulato, jacaranda, bala de cañón, teberinto, almendros, magnolio, árbol de fuego, llama del bosque, flor barbona, Brasil, caoba, palmeras, cedro, quebracho, leucaena, entre otras bondadosas especies.

La belleza no se debe descuidar y puede cultivar ornamentales como ixora, brunfelsias, plumbago, difenbaquia, mirto, clavel, croto, listón, grama, azulina, acalipha, allamanda, ficus, veranera, roheo, heliconias, dracaenas, solanum, tumbergia grandiflora, jacobinas, ginger, scheflera, pie de niño, gardenias, narcisos, sansiveria.

Quienes tienen la fortuna de contar con terrenos en la costa pueden cambiar las malezas por cultivos altamente rentables y a la vez contribuir a la belleza de esta región, proteger contra los efectos del cambio climátivo y asegurar fuentes de ingreso continuas.

A la vez generará fuentes de trabajo tanto en la venta como el procesamiento de frutas, maderas y ornamentales.