El exdirector de la Policía Nacional Civil, Rodrigo Ávila, sostuvo que independientemente del proceso que han llamado tregua entre pandillas criminales, es importante reconocerle a las autoridades de Seguridad Pública, recientemente separadas por orden de la Sala de lo Constitucional, los esfuerzos que hicieron por mejorar la seguridad en el país. Agregó que hay que darle oportunidad a los jóvenes que quieran dejar la pandilla, pero de forma individual, no como integrante de la organización criminal.
¿Cómo interpreta el fallo de la Sala que ordena el retiro de los responsables de la Seguridad Pública porque sus nombramientos son inconstitucionales?
—Hay que verlo en dos contextos. Uno es eminentemente jurídico donde ahí serán los expertos, los juristas los que tendrán que emitir opinión en cuanto a los razonamientos del fallo, ahí no hay mucha discusión, nos guste o no nos guste el fallo. Para mí solo hay una pregunta ¿Por qué tardó tanto este fallo? Ojalá esto no afecte la continuidad del trabajo en la seguridad pública, que no genere algún tipo de vacío; aquí lo importante es que las funciones y el trabajo se sigan dando. He sido crítico de como se ha dado la negociación de las pandillas; no obstante, las autoridades salientes a nivel del ministro, sobretodo, más bien tenía un plan, estaba metido en una dinámica de trabajo y de compromiso en el tema de la seguridad. Hay que reconocerle eso al ministro Munguía Payés. El director Salinas estaba desarrollando un buen trabajo y lo digo como exdirector de la Policía en dos períodos. Hay que reconocerles a las autoridades salientes sus esfuerzos, sería ingrato no hacerlo.
¿Cree que con estos cambios en la dirección de la Seguridad Pública pueda restarle operatividad a la Policía?
—Ojalá que no, este es un pequeño lapsus y ahí esta el subdirector de la Policía, ahí están los cuadros y siento que la Policía estaba en un rumbo de trabajo bastante bueno, dudo yo que se vaya a cambiar la operatividad, hay que mantener todo lo bueno que se ha venido haciendo, si se respetan las líneas de trabajo, si se le da continuidad y no se merma en el esfuerzo y en el trabajo, yo no vería que esto tendría que afectar. Pese a que he sido crítico de cómo se ha manejado la tregua y como han habido algunos resultados, es importante reconocer el trabajo y labor tanto del general Munguía Payés y el general Salinas, ellos se han esforzado y muchas cosas positivas se han visto.
¿Qué cosas positivas pudo observar en el trabajo de las anteriores autoridades de Seguridad?
—Una de las cosas que hay que reconocerle al general Munguía es que él analizó y planteó rutas para enfrentar a la delincuencia, las autoridades a las que él sustituyo simplemente se dedicaron a echarle la culpa a los gobiernos anteriores, Munguía Payés ni siquiera a sus antecesores inmediatos y planteó sus propias estrategias. Nunca escuché de ellos críticas en cuanto a desmarcarse o eludir la responsabilidad de conducir la seguridad pública.
¿Cuáles son los escenarios posibles que usted le ve a la seguridad pública, después del fallo de la Sala?
—La tregua ha producido algún resultado en cuanto a disminuir el número de homicidios, pero las pandillas se han fortalecido. No sería prudente querer revertir este proceso que se ha iniciado es importante que se le cambie el rumbo, porque esto a futuro puede ser peligroso, no se puede legitimar ni se pueden fortalecer las estructuras criminales.
¿Cómo se le puede dar un cambio de dirección a este proceso?
—Hoy hay más pandilleros que hace dos años. Los esfuerzos tendrían que ir a desarticular las maras, que vayan desapareciendo, eso es lo que tenemos que buscar, que en el país se vaya erradicando esa forma de vida de las pandillas (extorsiones), por supuesto a través de dos grandes esfuerzos: persecución y represión del delito, el tema ejemplarizante de la justicia y la prevención y rehabilitación social de esa gente. Los espacios se los tenemos que dar a las personas que quieran salirse de la pandilla no en su calidad de integrante de la estructura criminal, porque va a persistir en seguir siendo criminal.