A finales de agosto de 2008, cuando ya hacía un año que el Grupo Especial Antinarcóticos (Gean) le seguía los pasos a Jorge Ulloa Sibrián (El Repollo), luego de haber recibido un informe de la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos), dos policías fueron capturados porque supuestamente tenían vínculos con una banda de delincuentes que se dedicaba a robar pipas con combustible en el occidente salvadoreño.
En el expediente judicial contra Ulloa Sibrián, en el folio 54, consta que el sargento Romeo del Tránsito P. M. y otro agente policial fueron involucrados en ese delito por agentes de la División Contra Crimen Organizado (Deco) que supuestamente colaboraban con Ulloa Sibrián para evitar que éstos continuaran con la investigación.
La declaración de un testigo indica que fue un agente de la Deco, conocido como Lucas, quien les “hizo el tamal”, para “sacudírselos” al Repollo.
Según la declaración de ese mismo testigo, Lucas era parte de un grupo de policías de la Deco que el Repollo había logrado reclutar para su red.
El involucramiento de Romeo del Tránsito P. M. y de Wilfredo F. P. sucedió después de que Lucas fue visto conversando con Ulloa Sibrián en un tramo de la carretera a los Planes de Renderos.
El 27 de agosto, los dos agentes antinarcóticos fueron arrestados porque supuestamente colocaban retenes en donde interceptaban las pipas que fletaban combustible.
En aquella ocasión, el director interino de la Policía Nacional Civil (PNC), de esa época, dijo que los policías habían sido arrestados luego de una minuciosa investigación policial.
Después de varios meses de estar encarcelados, tanto Romeo del Tránsito como Wilfredo recuperaron su libertad tras ser declarados inocentes.