Se pierden 500 empleos en cinco meses tras cierre de ganaderías

En oriente hay un promedio de 25 ganaderías que cerraron en 2013 porque no eran rentables

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Les preocupa que desde hace más de medio año se han muerto más de 30,000 animales a causa de la sequía.

Por Lucinda Quintanilla comunidades@eldiariodehoy.com

2013-05-22 8:00:00

ORIENTE. Los altos costos de producción y la poca rentabilidad que deja la fabricación de lácteos obligó a por lo menos a 25 empresas ganaderas a cerrar operaciones en lo que va de 2013.

Tal situación se tradujo en al menos 500 fuentes de empleo directos y 250 indirectos que se perdieron; estos últimos habían hecho su forma de subsistir a través de la reventa de lácteos.

Danilo Fuentes, presidente de la Asociación de Ganaderos de El Salvador (AGES), confirma el dato de los cierres y la perdida de empleos.

“Hay ganaderías que tienen de 50 a 100 cabezas que están tambaleando porque los costos de producción son muy altos”, agregó Fuentes.

Este sector, según el presidente de la AGES, es uno de los que más mano de obra emplea en las zonas rurales.

Según estimaciones de la gremial de ganaderos, en la región oriental existen unos tres mil 500 ganaderos que producen cerca de mil botellas de leche diarias.

Estos generan unos 20 empleos directos, es decir, que dan trabajo a 60 mil personas durante todo el año.

Los ganaderos, según un registros del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) son 59 mil a nivel nacional.

AGES asegura que el sector es el que más empleos genera a nivel nacional, sobre todo en la zona rural del país.

Temen que si hay más ganaderías que cierren operaciones, el país se vaya quedando sin opciones de empleo en el área rural.

José Castillo, uno de los ganaderos de la región, asegura que la situación que enfrenta el sector lo obligó a vender ganado.

Sostiene que de 400 cabezas bovinas que tenía, su hato se redujo a 150 reses. Eso provocó que también cerrará fuentes de empleo.

“Al desaparecer una ganadería se pierde mano de obra y, sumado a ello, la producción láctea se reduce”, dijo.

Reinaldo Perla, otro ganadero, sostuvo que todas las medidas que afrontan para sobrevivir en el rubro son complicadas y afectan más a los que producen a mediana escala.

Altos costos

Sobre el cierre de las ganaderías, los afectados coinciden en que tiene que ver con los altos costos de producción.

Por ejemplo, Fuentes sostiene que un ganadero gasta en promedio, para la producción de una libra de queso, dos dólares con 50 centavos.

Mientras que el costo de una botella de leche es de 45 centavos de dólar. Eso implica que la inversión para una ganadería que produce mil botellas de leche al día es de 450 dólares.

Al mes se traduce en nueve mil dólares, a lo que se suma los mil 500 dólares mensuales que pagan en Impuesto del Valor Agregado (IVA).

Sobre la rentabilidad no dio cifras, pero se debe a que lo que les queda de ganancia lo usan para pagar los préstamos con los que han tecnificado y mantienen sus negocios.

Aseguran que a eso se suma el lácteo que entra de contrabando al país con cuyo precio no pueden competir.

Reclaman falta de apoyo

Danilo Fuentes agregó que el sector ganadero en la zona no es apoyado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y que en los último a años esto se ha hecho más evidente.

“He escuchado que el MAG ha apoyado a otras asociaciones de ganaderos pero a AGES, por ejemplo, nunca le han ayudado hasta ahora”, dijo.

Su queja aumenta luego que la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia avaló desde el 23 de abril pasado la suspensión del sistema de cuotas.

Esta suspensión deja la vía libre para que los lácteos que vienen de otros países ingresen a El Salvador sin restricciones, es decir, sin importar la cantidad que se introduce.

La medida no está firme, aunque se suspende, luego que un grupo de empresarios importadores de lácteos presentaron un amparo en el que solicitan la eliminación permanente del cobro, tal y como El Diario de Hoy lo publicó semanas atrás.

Eso, según los ganaderos salvadoreños, les afectará pues no podrán competir con los precios del producto extranjero.

Fuentes reiteró que los costos de producción en el país son elevados y que no pueden competir con la producción de Honduras o Nicaragua.

“En esos países las ganaderías tienen costos de producción más bajos, la mano de obra es más barata y contra eso no podemos competir”, dijo.

AGES reitera que una libra de queso producida en El Salvador tiene un costo de dos dólares con 50 centavos, lo que implica que no pueden venderla a menos de ese precio.

Mientras que una libra de queso foráneo se comercializa en las plazas de Santa Rosa de Lima, en La Unión, hasta en un dólar con 25 centavos.

Sostienen que con la medida avalada por las autoridades salvadoreñas se corre el riesgo que el lácteo siga bajando precio y los lleve a la quiebra, y por ende, a desemplear a más de 60 mil personas.

Se consultó al MAG sobre la preocupación de los ganaderos, pero Argentina Velásquez, encargada de comunicaciones, aseguró que “el Ministerio no va fijar ninguna postura en este momento en torno al tema”.

Sin embargo, los ganaderos aseguran que en las reuniones que han sostenido con el ministro del ramo, Pablo Ochoa, les aseguró que nada puede hacer con respecto a la suspensión del sistema de cuotas.

Según les explicaron, eso lo permiten los Tratados Internacionales de Libre Comercio. Sin embargo se comprometió en presentar un recurso de amparo en contra de la suspensión.

César Umanzor, representante de los ganaderos en La Unión, asegura que están alarmados por el ingreso masivo de lácteos extranjeros en Santa Rosa de Lima.

Agregó que los precios del producto siguen a la baja y no les dejan margen para poder competir.

Coincide con Fuentes al asegurar que las ganaderías nacionales no pueden competir con el producto importado desde Hondura o Nicaragua, pues el costo de producción en esas naciones en bajísimo.

Incluso, dice que si el MAG no les apoya con el recurso de amparo, lo harán por sus propios medios.

También pidieron a las autoridades de Salud y del MAG que los registros sanitarios del lácteo importado sean más rígidos para beneficio del consumidor.