El baile de San Vito, Educación y Salud en picada

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elsalvador.com

Por Por Ricardo Chacón *

2013-05-11 6:05:00

La reciente encuesta de JBS, publicada por El Diario de Hoy, muestra no sólo lo apretada que está la justa preelectoral previo a los comicios del 2014, sino también la permanente percepción de deterioro en los servicios públicos, principalmente en Salud y Educación, por lo que la población sigue lamentando la pésima atención en los hospitales, la falta de medicinas y los continuos conflictos en el interior de los centros de Salud Pública.

En este contexto, los problemas financieros del país, o los altos niveles de inseguridad que todavía padece el país, si bien es cierto golpean la vida cotidiana, los temas sociales como la mala atención en Salud o el escaso aumento cualitativo en los niveles educativos, son una estocada que llega a lo más profundo de la vida. Y es que una enfermedad no atendida a tiempo no sólo molesta sino además nos puede llevar a la muerte.

He querido tocar el tema porque, tal como lo refleja la encuesta de JBS, la percepción negativa sobre lo social es grande, aunque algunos dicen que Educación está bien en el imaginario de la población…, no nos equivoquemos, los números nos dicen que la percepción es “menos peor” que Salud, pero no mucho, más del 55 por ciento de los salvadoreños creen que la Educación no va bien.

No podemos dejar de señalar que el vaso de leche, los uniformes por año, incluidos los zapatos, y los cuadernos son importantes, de mucho peso si se quiere, pero nadie nos puede decir que esto es fundamental, esencial, clave para aumentar la calidad de la Educación.

“Bailan al ritmo de San Vito”, el tradicional dicho relacionado con este mártir alemán, se conocía así en la Edad Media a una enfermedad de tipo nervioso, caracterizada por movimientos espasmódicos, incontrolables y sin ningún propósito. Los enfermos eran encomendados a San Vito. Lo que queremos señalar es que podemos bailar al son que nos tocan por la fuerza, pero esto no garantiza que las cosas estén bien. Podemos bailar “a gusto” porque, en apariencia, tener leche y ropa para estudiar es importante pero esto no garantiza en absoluto una educación de calidad, que les ponga a nuestros jóvenes en igualdad o en mejores condiciones de competitividad, para sobrevivir en el mercado laboral actual o del futuro.

¿Qué necesita un joven para encontrar un trabajo? Bueno, es cierto que requiere de tener lo básico como es alimentación para estudiar, pero esto no es suficiente, incluso no bastan el uniforme y los cuadernos, lo que le da cierto nivel elemental de igualdad, pero no es suficiente para adquirir las herramientas elementales de lectura, escritura y matemáticas, que le permitan caminar luego por los senderos de la ciencia y la investigación.

Y este proceso supone lo que menos hemos visto en este gobierno: visión de mediano y largo plazo de las metas que queremos alcanzar con la Educación y cómo enfilaríamos nuestros esfuerzos y recursos hacia ese objetivo.

Hace unos días conocí una experiencia en Viena. Una vez al año el ayuntamiento organiza dos ferias en las que se reúnen alumnos, maestro de las escuelas técnicas y los ejecutivos de empresas quienes, en el aspecto técnico, indican a los estudiantes por dónde va el mercado. Mientras tanto, las escuelas técnicas elaboran con estos insumos los currículos. Al cabo de unos años los jóvenes ingresan a las empresas con una formación académica acorde con las necesidades y exigencias de las plazas que llegan a ocupar, .lo cual deja satisfechos a todos y el país progresa. La otra feria que se lleva cabo organizada por el ayuntamiento también en Viena, es la feria de estudiantes y empresarios, donde se encuentran para poner prioridad a las profesiones de futuro inmediato.

Esta dinámica supone al menos cuatro aspectos: uno, una visión de mediano y largo plazo que pone a la educación como un elemento estratégico de mediano plazo; este gobierno de “izquierda” no ha logrado nada en este punto, nada en absoluto. Dos, despolitizar la educación y convertirla en un pilar del desarrollo, que va más allá de los intereses particulares de un partido político y convertirlo en un proyecto de nación.

Tres, implementar un plan de desarrollo educativo claro, contundente, que se pueda llevar a la práctica a mediano plazo, con objetivos claros que implique la inclusión, lo que significa acuerdos políticos con los diversos sectores, incluidos los padres de familia, eficacia para poner en marcha una reforma curricular, un plan de formación de docentes, poner en marcha un plan de crecimiento académico en todo el proceso educativo, que comienza formalmente en la Educación preescolar hasta la educación superior.

Cuatro, ponerse de acuerdo entre todos los sectores para alcanzar consensos en el tema Educación, esto implica dejar de lado, no el debate, pero si los enfrentamientos estériles como los que de sábado a sábado lleva a cabo el presidente de la República.

*Editor Jefe de El Diario de Hoy.

ricardo.chacon@eldiariodehoy.com