SANTA ANA. El mal estado en que se encuentran algunas áreas de la segunda planta de la alcaldía santaneca fue evidenciado esta semana, cuando, el lunes, parte de los ventanales del costado poniente amanecieron caídos.
Empleados coincidieron en que se debe a lo deteriorado que está el edificio, pues un buen porcentaje es de madera que ya terminó su vida útil.
El agujero que dejó la caída de la madera fue cubierto a las pocas horas; sin embargo, no oculta el peligro que hay para los empleados y los mismos usuarios.
Las autoridades de la municipalidad colocaron una cinta amarilla en toda la parte poniente para evitar que las personas se asomen a los ventanales, como suele ocurrir.
Pero no sólo en los ventanales hay daños.
Karla López, del Sindicato de Trabajadores de la Alcaldía de Santa Ana (Sitramsa) y parte del Comisión de Riesgo de la municipalidad, también denunció que hay filtraciones de agua y que el piso, que también es de madera, presenta daños.
A los agujeros que este presentan suelen colocarle aserrín con pegamento para sellarlos. Además le colocan, sin aparente razón técnica, aceite quemado con agua.
“A la madera hay que darle otro tipo de cuido para darle mantenimiento. El aceite lo ocupan para trapear”, dijo López.
Un rótulo en el primer nivel advierte a las personas que no deben correr en la segunda planta. Aunque no lo especifica, el cartel es sinónimo del mal estado en que se encuentra esa área de la municipalidad, coincidieron personas consultadas.
“Las personas que vienen a realizar sus trámites se apoyan en los ventanales y esos ya están podridos. A la larga puede haber algún accidente que a la alcaldía le va a generar un problema”, dijo López.
Además se quejó de que la comisión de prevención de riesgo se formó en diciembre del año pasado, pero, a la fecha, ni en una ocasión se ha reunido para tratar este tipo de temas.
El comité lo integran varias dependencias municipales.
Apenas en los próximos días se reunirán por primera vez debido a la caída de parte de uno de los ventanales, dijo.
El alcalde Joaquín Alfredo Peñate dijo que hay un ofrecimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el marco de Ciudades Emergentes, de financiar la restauración del segundo nivel. Pero a la fecha la entidad no ha aprobado los fondos.
“Vamos a trabajar los ventanales y los pisos. Estamos aprovechando para darle mantenimiento al edificio. La inversión es casi de $90 mil y las obras tardarán tres meses”, dijo el edil.
El inicio de las obras dependerá de la aprobación de los fondos.