Los cinco mareros detenidos el viernes pasado en la colonia El Paraíso, en el barrio Lourdes, de San Salvador, habían sido contratados por una pareja de esposos para que asesinaran a dos hombres, con quienes habían hecho un negocio de venta de un carro, según informó la Fiscalía General de la República (FGR).
Todos serán acusados por los delitos de robo agravado, privación de libertad y agrupaciones ilícitas, de acuerdo con la acusación que presentó el Ministerio Público el lunes pasado en el Juzgado 15° de Paz de San Salvador.
Los detenidos han sido identificados como Douglas Stanley Jacobo Argueta, Rudy Edgardo González García, Geovani Antonio Hernández Pérez, Willian Alberto Sánchez y un menor de edad. Todos integrantes de la Mara Salvatrucha de la colonia El Paraíso, según indicó la Policía luego de identificar los tatuajes alusivos a la MS en sus cuerpos.
Según Carolina Nóchez, jefa de la Unidad de Patrimonio de la FGR, los esposos Ena Guadalupe Rivera Guardado y Willian Eduardo Rivera Monge confabularon con el grupo de pandilleros, que operaba en la zona para que mataran a las dos víctimas.
Según la investigación, una deuda que tenían las dos víctimas con Rivera Monge, tras haberle los primeros comprado una camioneta tipo Blazer, blanca, al último, hace varios meses, es la causa que se ha convertido en la principal hipótesis sobre el móvil del rapto que pretendían terminara en doble asesinato.
Las dos víctimas fueron citadas a la casa de los esposos para arreglar el problema de la compra del carro. Sin embargo, cuando estaban a punto de entrar, los cinco imputados llegaron en un vehículo y los obligaron a entrar a la casa, afirma la Fiscalía.
Según Nóchez, los cinco mareros golpearon y cubrieron los rostros con camisas a los dos hombres y los amarraron de pies y manos para luego matarlos.
“Los vamos a matar y luego vamos a ir a dejar sus cadáveres a la colonia Peralta”, aseguran las investigaciones que dijo uno de los acusados a las víctimas.
La jefa fiscal agregó que las dos víctimas estuvieron sometidas durante media hora en una de las habitaciones de la casa. Una llamada al Sistema de Emergencias del 911 de la Policía alertó de la situación y un grupo de policías irrumpió en la casa y los rescató.
Los imputados corrieron por los techos de las otras casas en las que lanzaron las armas, mientras que los esposos se quedaron en la casa, según la Policía y la Fiscalía.
Nóchez detalló que como evidencia tienen los relatos de los agentes de la Policía que participaron en el operativo, ya que los cinco pandilleros se ocultaron en una casa vecina, dentro de un ropero y debajo de las camas. Les decomisaron los teléfonos celulares con los cuales se supone que hablaron con los esposos.
La audiencia está programada para hoy a las 11:00 de la mañana.