Descerebrados de muy diverso tipo

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elsalvador.com

Por Por Luis Fernández Cuervo*

2013-05-12 6:01:00

Esto de los bebés con anencefalia ya se ve, como predije en anterior artículo, que es cosa de un manual que la cultura de la muerte entrega a sus servidores. Seguro que ese folleto dice algo así: Instrucciones para países donde el aborto está penado por la Constitución y/o por el Código Penal. Consíganse un caso donde el embrión o feto padezca de alguna malformación importante, mejor si se trata de casos carentes de cerebro (anencefalia). Apodérense de la mamá en cuestión y armen la zapa tiesta más grande que puedan. Alerten a las feministas que son abortistas –¡ojo, no todas lo son!–. Si la resistencia sigue siendo fuerte, acudan a Amnistía Internacional –ya hace años que la compramos por una buena cantidad– o al Fondo de Población, o a Planned Parenthood en su versión internacional, I.P.P.F., o a todos ellos juntos y armen toda la mayor confusión mental que puedan, para confundir a la opinión pública de ese país. O sea que la anencefalia sirve para que después de la campaña gran parte del pueblo pueda estar sumido, si se ha conseguido el éxito, en una anencefalia no física pero sí racional y moral, que es el objetivo más importante de la cultura de la muerte: que la gente fornique, coma, beba, se divierta, pero que discurra poco y mal, que esté cada vez más masificada, apta para la próxima campaña de lo que haga falta.

No estoy inventando nada. En Brasil ya lo consiguieron. En cambio en Costa Rica y aquí han tropezado con gente mejor “cerebrizada”, con principios filosóficos y morales más sólidos. No se han dejado engañar y han visto claro que a la cultura de la muerte las mamás de ambos casos de bebés anencéfalos no les importan nada, son mero instrumento para abrir la brecha. En cuanto a esos nasciturus (esos niños por nacer) los miran como cosas, como “producto de la concepción”, seres vivos sentenciados a muerte porque lo exige la empresa multinacional antinatalista. De estos países como el nuestro, les interesan sólo nuestros recursos económicos (agrícolas, minerales, marinos, etc.) y nuestros lugares turísticos.

La asociación Por la Vida de Costa Rica defiende con insistencia el derecho a la vida de los bebés que carecen de encéfalo, «a un año de que se despenalizara el aborto en Brasil cuando el bebé carece de encéfalo. y en momentos en que se discute el caso Beatriz en El Salvador». Como parte de su campaña señalaron el testimonio de familias que tuvieron niños con anencefalia. «Antonella, Gabriel, Liam, Isabella, son sólo algunos de los nombres de estos bebés que han vivido poco tiempo fuera del vientre de sus madres, pero que viven en el corazón de sus padres y que han querido contar su historia, para mostrar que vale la pena preservar la vida de su hijo y que la mejor decisión que una madre en esta situación puede tomar, es que su hijo viva y que muera en brazos de sus seres queridos».

Los testimonios difundidos ampliamente en las redes sociales, (twitter.com/porlavidacr;facebook.com/plvcr) «han movido el corazón de quienes han seguido esta campaña que ya ha generado más de 10 mil vistas en su primer día». Algunos de los testimonios citados dicen que «por ese beso que le di al nacer valió la pena nadar en contra de los malos pronósticos» y «mi bebé no es un bebé con malformación o anencefalia ni nunca lo fue. Para mi es y siempre va ser mi bebé, el fruto de mi vientre, mi regalo de Dios, mi único y primer amor».

Además, digo yo, eso de la anencefalia es un asunto muy peliagudo porque –no sé en Costa Rica– lo que es aquí, nuestra clase política está llena de cierta anencefalia. Es evidente que muchos carecen de ideas rectas y de principios morales dignos. Y, lo que es peor, alguno de ellos hasta puede llegar a ser Presidente.

*Dr. en Medicina.

Columnista de El Diario de Hoy.

luchofcuervo@gmail.com