La abismal desconexión entre el Gobierno y la ciudadanía

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Por Por Carlos Ponce*

2013-05-30 6:04:00

El sábado pasado asistí a la clausura del evento Medio Llénate 2013, organizado por el sitio web MedioLleno.com.sv, en el que más de ochenta jóvenes trabajaron en la formulación de propuestas para preparar un Plan de Gobierno de Jóvenes y presentarlo a los candidatos presidenciales. El admirable y pionero esfuerzo cerró con Salvador Sánchez Cerén, Antonio Saca, René Rodríguez Hurtado y Norman Quijano sentados en una mesa, escuchando las presentaciones hechas por representantes de las mesas temáticas en las que se analizaron tópicos críticos como seguridad, salud y educación.

La ardua jornada de trabajo no afectó a los jóvenes comprometidos por hacer escuchar su punto de vista, el entusiasmo e interés eran palpables y evidentes en el ambiente. Las permanentes ráfagas de aplausos intermitentes capturaban la emoción, agradecimiento y asentimiento de los presentes en el salón ante los discursos de los expositores, algunas intervenciones incómodas para los aspirantes a la presidencia. Los jóvenes dejaron absolutamente claro, con sus propuestas y la forma en que las comunicaron, que esperan que el nuevo presidente: (1) elabore e implemente políticas públicas inteligentes y técnicas; (2) trabaje para la ciudadanía y no por intereses partidarios, ideológicos o personales; (3) se desempeñe con transparencia y rinda cuentas a la sociedad.

Estos son elementos que los gabinetes de seguridad del actual Gobierno no consideraron durante sus gestiones. Durante los últimos años, el trabajo desarrollado en materia de seguridad pública ha sido poco transparente, alejado de los criterios técnicos y fundamentado en intereses ideológicos y personales. Aunque la presente coyuntura ofrece al Ejecutivo una oportunidad de finalizar su período enderezando el rumbo del aparato de seguridad, todo indica que Munguía Payés, exministro de Justicia, recientemente removido del cargo por la Sala de lo Constitucional, continuará manejando las cosas desde la oscuridad, de forma encubierta.

Esto significa que el exfuncionario dará continuidad a la estrategia gubernamental más desconectada de sentir ciudadano: la negociación entre el Gobierno y las pandillas. Los modelos policiales populares hasta antes de los Setenta operaban bajo la concepción de que la opinión ciudadana era irrelevante para formular e implementar estrategias de seguridad pública, en consonancia con la creencia que las autoridades eran las que contaban con el conocimiento necesario para dichos cometidos. Esto es similar a la presente dinámica en la que los defensores de la negociación con criminales y el Gobierno, argumentan que el que aproximadamente el setenta por ciento de la ciudadanía tenga una opinión desfavorable sobre pactar con delincuentes, no indica que la medida esté equivocada sino que revela que simplemente el ciudadano común no tiene la capacidad para comprender o asimilar dicha iniciativa que, a su criterio, es la única solución.

La arrogante explicación oficial en relación al poco apoyo ciudadano a su iniciativa, devela una falta de interés por parte del Ejecutivo por escuchar a los que a diario experimentan el calvario al que las pandillas someten a la sociedad salvadoreña. Si alguien está capacitado o cuenta con las credenciales y solvencia moral para opinar sobre la conveniencia de negociar con dichas estructuras criminales, son quienes son amedrentados y victimizados diariamente, no funcionarios que descalifican su opinión desde sus escritorios o terceros creíbles, que se benefician de su participación en la venta de la iniciativa gubernamental.

Todos los salvadoreños debemos de tomar el ejemplo de los jóvenes que participaron en Medio Llénate 2013 y no tener temor de hacernos escuchar. Debemos de advertir enérgicamente a los candidatos que no se tolerarán estrategias que favorezcan a los delincuentes, negociaciones oscuras con estructuras criminales, el manejo político del aparato de seguridad o soluciones cosméticas, espejismos que escondan un futuro más peligroso y complicado.

*Máster en Criminología y Ciencas Policíacas.

@cponce_sv