LA UNIÓN. Este departamento oriental tiene 115 comunidades que cada año salen afectadas por inundaciones y todo tipo de emergencias relacionadas con el invierno.
La vulnerabilidad es tan alta en ellas que los lugareños viven anegados, además de las lluvias por la desidia. Esas 115 comunidades están dispersas en 12 municipios unionenses.
El número frío revela poco, pero si se parte de que La Unión tiene solo 18 municipios y 12 de ellos, que representan un poco menos del 70 por ciento, están en el mapa de sitios propensos a desastres, la cifra recobra una fuerza contundente.
Es por eso que las comisiones municipales buscan darle capacidad de reacción a los residentes de estas comunidades para evitar, sobre la marcha, que un fenómeno natural no termine en desgracia.
Hace poco las alcaldías entregaron paquetes de herramientas a 38 comisiones comunales de protección civil. Con el donativo llegan a 92 de las directivas de vecinos debidamente preparadas para reaccionar ante emergencias y falta por equipar a 23 más.
La idea es que ante posibles desastres las comunidades comiencen labores para proteger a sus vecinos, antes de que el aparato estatal reaccione.
La donación consiste en guantes, botas de hule, carretillas, palas, picos, corvos y sogas que pueden ser de utilidad en evacuaciones, derrumbes o incendios forestales.
Armando Benítez, de la comisión departamental de Protección Civil, dijo que previo al donativo, a las comunidades las capacitaron y que la entrega de herramientas es el cierre de esta jornada de entrenamientos. “Pretendemos elevar el nivel de respuesta en las comunidades para salvaguardar las vidas de las personas”, dijo Benítez.
Jesús Medina, alcalde de Conchagua, agregó que por la ubicación geográfica su municipio presenta una situación de riesgo latente y constante. En la época de invierno los deslizamientos e inundaciones hacen estragos, pero en el verano los incendios forestales en el volcán también ponen en peligro a muchas comunidades.
“Se está preparando a la gente por medio de proyectos que ejecuta la Cruz Roja en capacitar a estas poblaciones; Protección Civil también nos está apoyando”, señaló Medina.
Miguel Madrid, de la directiva de vecinos de la colonia La Ponderosa, explica que “hay unas 36 familias que estamos en riesgos por desbordamientos del río en Santa Rosa de Lima. Con estas herramientas que nos han entregado esperamos actuar en alguna emergencia que se presente”.
Pero la gobernadora Silvia Canales dice que hay una iniciativa del edil de Bolívar, Jorge Perla, para implementar directivas de vecinos y capacitarlos para atender emergencias porque por hoy la mayoría de esas 115 comunidades vulnerables se concentra en la zona sur de La Unión.
“Trabajaremos en eso, apoyados con los alcaldes. La idea es que en cada comunidad donde hay riesgo, aunque sea menor, haya una comisión comunal”, dijo Canales.
Perla, quien además preside ese consejo de alcaldes, dijo que tanto él como los ediles del departamento se esmerarán para que capaciten y equipen a las comunidades vulnerables del departamento de La Unión.SAN MIGUEL. Unas tres mil personas de los municipios de Moncagua y Comacarán podrán contar con un mejor servicio de agua potable. Una comunidad beneficiada es el cantón La Fragua, de Moncagua, donde 1,500 personas sufren por el deficiente servicio de agua.
El proyecto de mejora se ejecuta hace semanas y lo solicitaron los beneficiarios y la alcaldía de la localidad, que encontraron el apoyo en la Embajada del Japón.
La inversión es de 122 mil dólares. Cuarenta mil fueron otorgados por la comuna y seis mil son el aporte de la comunidad. Este consiste en mano de obra no calificada y otras gestiones con instancias privadas; el resto es cooperación nipona.
El edil de la localidad, Sergio Solórzano, dijo que el proyecto que hay “tiene más de 40 años y que no abastece a toda comunidad porque no hay un tanque de distribución”.
Actualmente los habitantes reciben agua tres horas cada cuatro o seis días debido a los costos de energía eléctrica que implica, ya que el proyecto es manejado por los mismos vecinos.
Tasuko Yoshie, de la cooperación nipona, dice que “desarrollaremos proyectos de seguridad humana en cuatro comunidades en el país, dos de ellos son en San Miguel y se beneficiará a unas tres mil personas”, indicó.
Cuando el proyecto esté terminado los beneficiarios tendrán agua todos los días.