Expertos de la Organización de las Naciones Unidas pidieron al Estado salvadoreño proporcionar de forma urgente un tratamiento médico para interrumpir el embarazo de Beatriz, que la pone en riesgo de muerte.
La joven sufre de lupus y los médicos han diagnosticado que el feto se ha desarrollado sin cerebro, por lo que indican que no podría vivir mucho tiempo.
Ante ello, los peritos indican que la situación somete a Beatriz a estado “cruel, inhumana y degradante”, dado que ella conoce cómo está y el riesgo que enfrenta su vida.
Los expertos argumentaron que el caso deja en evidencia la necesidad de poner en marcha un diálogo nacional sobre la legislación del aborto.
Esto en caso de procedimientos terapéuticos y la interrupción de embarazos que resultan de violación o incesto.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de El Salvador afirmó que denegar el procedimiento solicitado por Beatriz, para proteger al niño, no constituye violación de derechos constitucionales.
Asimismo, expresaron que los médicos deben salvaguardar la vida de madre e hijo, llevando a cabo los procedimientos éticos adecuados.
Y, advirtieron que este caso no debe ser usado para legislar en contra de la vida humana, especialmente en contra del no nacido.
Mientras tanto, la ministra de Salud del país, María Isabel Rodríguez, indicó que Beatriz está hospitalizada.
“El estado de ella es aceptable en este momento”, explicó Rodríguez; sin embargo, también señaló que, por su cuadro clínico, las complicaciones pueden darse en cualquier momento.