En los últimos cuatro años no se han ejecutado acciones concretas que apalanquen las operaciones del sector industrial; más por el contrario, la industria enfrenta día a día una serie de obstáculos que frenan el desempeño de sus operaciones, sostuvo ayer la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).
Las dificultades, que frenan las operaciones mercantiles de las empresas, ocurren a pesar de contar con la Política Industrial 2011-2024, que fue lanzada hace año y medio. Sin embargo, luego del anuncio oficial, ninguna de las acciones planteadas en el documento han cobrado vida, pues se sigue en la elaboración de diagnósticos, dijo la gremial.
“Las deficiencias que hay en el país (para la industria) son notorias, y solo mejorándolas podemos avanzar hacia la competitividad”, afirmó Jorge Arriaza, director ejecutivo de la ASI.
Los industriales, dijo, buscarán un acercamiento con el Órgano Legislativo para proponer la reforma de algunas leyes relacionadas con la actividad productiva, ya que en la Asamblea Legislativa se emite una cantidad de leyes que lejos de ayudar obstaculizan el desempeño de la economía, aseguró Arriaza.
Con el Ejecutivo intentarán analizar una serie de deficiencias que emanan de las mismas instituciones del Estado, que al final se convierten en barreras para el sector.
En el abanico de dificultades, la ASI destacó la debilidad que prevalece en el mercado doméstico, lo cual se sustenta en el bajo crecimiento económico que ha registrado el país en los últimos años. De hecho, 2012 cerró con un crecimiento de apenas el 1.6% del PIB, muy distante de las estimaciones del Gobierno.
Ante este panorama, las exportaciones se han convertido en una plataforma de salvación, y en la principal estrategia de las empresas, ante la debilidad de la economía, sostiene Doris de Rivera, de Inteligencia de Mercado de la ASI.
La gremial considera que una de las principales dificultades para producir en nuestro país es la burocracia, un problema que se ha agravado en los últimos días.
“Los empresarios se quejan porque la burocracia ha llegado a un nivel que los está frustrando, y muchos dicen que así no pueden seguir operando.”, dijo De Rivera.
De hecho, existen muchos requisitos sin base legal, pero que se piden por costumbre, y muchos de éstos están basado en leyes de hace 30 años, que no son acordes a la forma actual de hacer negocios.
Citan como ejemplo, la burocracia que prevalece en el manejo de muestras, cuyos envíos tardan hasta ocho días hábiles, ya que las clasifican como cualquier otra importación. Un paquete de Los Ángeles a Nueva York se tarda 24 horas, de los Ángeles a El Salvador se tarda ocho días.
Los industriales esperan que con la recién creada Comisión Intergremial para la Facilitación del Comercio (Cifacil), cada uno de estas barreras se vayan resolviendo.
Asimismo las desventajas logísticas, como falta de infraestructura para bodegas refrigeradas para productos alimenticios y de un puerto de primer nivel que acelere el envío de los pedidos.
Entre los desafíos señalan, además, la competencia desleal que generan empresas importadoras internacionales que ingresan con privilegios al mercado local porque clasifican sus productos bajo ciertos códigos arancelarios con los cuales no pagan impuestos o evitan el cumplimiento de requisitos de reglamentos técnicos del país.
En el pliego de obstáculos, considerados hasta “críticos”, los industriales destacan los altos costos de la energía, que ha pasado de $0.13 el kilowatss hora (Kw/h) a $0.21 el Kw/h, entre 2008 y 2012.