Niño de 7 años muere de aneurisma cerebral

El paciente falleció dos días después de sufrir aneurisma. Casos en infantes no son frecuentes

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Niño de 7 años muere de aneurisma cerebral

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2013-04-28 8:00:00

Carlos, de siete años, nunca se había quejado de dolor de cabeza. Fue hasta la mañana del martes 26 de marzo, mientras se bañaba, que comenzó a manifestar sus molestias. Fue llevado al médico y 48 horas después de haber ingresado al hospital, falleció.

El dolor que sentía el niño era tan fuerte que lo hacía gritar y su estado de consciencia rápidamente se fue deteriorando.

Cerca del mediodía fue recibido en un hospital privado de la capital, ya inconsciente y con un severo daño cerebral.

Los exámenes practicados hallaron un aneurisma roto, una de las arterias del cerebro se había dilatado y produjo una hemorragia.

Para medir la severidad del daño cerebral los médicos utilizan la Escala de Glasgow, que tiene un a escala del 3 al 15. El número 15 es estar consciente y abajo del ocho es muerte cerebral. Carlos tenía un puntaje de seis.

De acuerdo con el neurocirujano, Zanoni Yada, la hemorragia que tuvo el paciente fue intensa, tenía sangre en la parte de enfrente y atrás de la cabeza, y en los ventrículos laterales.

El aneurisma era del tamaño de un jocote, medía un centímetro y medio.

“Los que normalmente acostumbramos a ver son del tamaño de un arroz”, expresó el especialista en terapia endovascular.

La Tomografía Axial Computarizada (TAC) mostró la dilatación en la arteria vertebral que es una de las que proporcionan la irrigación al tronco encefálico.

De acuerdo con la literatura médica, los aneurismas en la niñez son poco frecuentes, y se estima que del total de casos entre un 3 a un 4 por ciento se produce en niños.

Guillermo Lara Torres, neurocirujano pediatra y subdirector del hospital Bloom, manifestó que estos problemas en los infantes son de origen congénito, por infecciones y traumas (golpes).

“Hay una incidencia baja (de casos). Por los traumas se adelgazan las paredes de las arterias como una vejiga y se forma una especie de chichita y ese es el aneurisma”, explicó el especialista.

En el caso de Carlos era de origen congénito.

Yada relató que al niño le drenaron la sangre alojada en el cerebro y con eso se estabilizó, luego fue sometido a la terapia endovascular para taparle el aneurisma.

El procedimiento consiste en hacer una incisión en la pierna para llegar a la zona afectada a través de las venas usando un catéter (una especie de tubo) y se comienza a llenar el aneurisma con los coils (resortes) y cerrar el aneurisma.

Posterior al procedimiento, la mañana del miércoles se le tomó un nuevo TAC en la que no se mostraban más problemas, pero por la noche su salud desmejoró.

Un nuevo estudio le halló una inflamación cerebral, además, ya no le llegaba sangre al cerebro, una complicación conocida como vaso espasmo.

Carlos fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Niños Benjamín Bloom donde se le siguió el tratamiento, pero no sobrevivió.

En las evaluaciones hechas en el centro médico para niños se le detectaron las pupilas dilatadas, la presión arterial le había bajado, tenía un frecuencia cardiaca baja y la inflamación en el cerebro ya le había avanzado.

“El problema es que el niño, a pesar de que llegó rápido, la hemorragia, el aneurisma, era tan grande que no dio mucho tiempo para ayudarle”, dijo Yada.

El neurocirujano expresó que los aneurismas tardan años en formarse y por eso se manifiestan cuando se es adulto. “Se necesita que haya hipertensión arterial, tabaquismo, sedentarismo, alcoholismo para que se vayan formando”, expuso.

Yada añadió que un dolor de cabeza nunca debe pasar desapercibido en los niños, eso debe motivar a una consulta.

En los últimos seis años el especialista en terapia endovascular ha visto seis infantes con aneurisma, de ellos uno quedó con secuelas importantes, uno falleció y el resto no tiene complicaciones.

Generalmente los niños presentan pérdidas de fuerza en las manos, del habla y hemorragia.

El neurocirujano Lara Torres expresó que en estos tiempos afortunadamente existe un mejor pronóstico para los afectados.

“A mí todavía me tocó operar a cielo abierto, abrir (cráneo) para llegar a clipart un aneurisma, ahora se hacen con cirugía endovascular”.

Agregó que en pediatría los casos son poco frecuentes, pero es igual de peligroso que en un adulto. Las secuelas, el área del cuerpo que quede paralizado, dependerá de la arteria que se dañe y de la gravedad de la hemorragia.

En los adultos se considera que entre el seis y el 10 por ciento de la población puede tener un aneurisma.

El derrame cerebral es la tercera causa de muerte en el mundo, pero la primera en discapacidad permanente.

De cada 10 pacientes que tienen un infarto cerebral tres no alcanzan a llegar al hospital, cinco quedan con secuelas graves y de uno a dos regresan a sus actividades, añadió Yada.

En 2010, en la Unidad de Ictus del hospital nacional Rosales, recibieron a 136 personas con accidentes cerebrovascular.

Estos problemas representan la primera causa de atención en esa área, además es la primera causa de discapacidad.