Significativas omisiones

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foto: expansión/ Omar CarboneroRodrigo Brito es el actual presidente del Hospital de Diagnóstico, del Centro Internacional de Cáncer y de la clínica de Rayos X Brito Mejía Peña.

Por Por Carlos Mayora Re*

2013-04-26 6:04:00

Tenía decidido no escribir sobre el tema. Sin embargo, al leer el Pronunciamiento y Recomendación de la Comisión Nacional de Bioética de El Salvador (CNBES) sobre el caso B.C., he cambiado de opinión.

Ha sido un detalle concreto que me ha motivado a hacerlo. No escribo como miembro de la Asociación de Bioética de El Salvador (ABIOES), sino a título particular. Me apoyo más en el sentido común que en argumentaciones técnicas, pues me parece que para un artículo de opinión, es más propio lo primero que lo segundo.

El detalle es que en su publicación, la CNBES, se “olvidó” que la Constitución de la República comienza con el artículo 1 y no con el 2. En el Pronunciamiento obvian el primero, y comienzan citando el segundo. Es decir: hacen énfasis en que “toda persona tiene derecho a la vida, la integridad física y moral” (Art. 2), pero omiten considerar el Art. 1, específicamente donde se establece que el Estado de El Salvador “reconoce como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”.

Por otra parte, parece que hay poca claridad en el Pronunciamiento, pues cuando cita el dictamen del Comité Médico del hospital de Maternidad al respecto, transcribe en el Pronunciamiento parte de la historia clínica de la paciente cuando dio a luz a su primer hijo (hace por lo menos un año), cuando se presentó con “parto prematuro previo y embarazo de alto riesgo con crisis lúpica, preeclampsia grave con crisis hipertensiva, con atonía uterina posparto”, y con un simple “además” se añaden las condiciones actuales de B.C., que se describen como “lupus eritematoso discoideo, agravado con nefritis lúpica, en estado de embarazo de aproximadamente 19 semanas de un feto con anencefalia”.

Vale la pena hacer notar que el lupus eritematoso discoideo es una afección de la piel, que no hace peligrar para nada la vida ni de B.C ni de su hijo… ¿están confundidos, o pretenden confundir a quien les lee?

Y si las condiciones de salud de B.C. en su segundo embarazo, son similares a las del primero (en el que salieron adelante mamá e hijo) ¿por qué ahora los médicos no se sienten capaces?

Con respecto a los principios éticos violados, en el primero: autonomía, estoy de acuerdo con la opinión de CNBES; aunque con la reserva de que dicha autonomía debe ser informada, y al no constar si esto se ha hecho con B.C., me abstengo de opinar.

En cuanto a la beneficencia, segundo principio ético, obvian que se trata de dos pacientes, y no sólo de uno: el niño anencefálico (dígasele feto si se quiere) y la mamá. Pero como la CNBES soslaya el Art. 1 de la Constitución, sólo toma en cuenta a B.C., y realiza un análisis sesgado.

La justicia, el tercer principio ético, dicen que se ha violado porque no aceptan que “se consideren con igual valor los derechos de la madre y del feto”. Me pregunto ¿tiene menos derechos el nonato que la madre? ¿No son ambos salvadoreños amparados y protegidos por el artículo 1 de la Constitución?

En relación a la no maleficencia, el último principio, el Pronunciamiento dice que se ha violado porque el cumplimiento de la ley “no limita la posibilidad de daño irreversible a la madre”. Se olvidan que el aborto lo viola directamente, pues hace un mal absoluto, le arrebata la vida al no nacido.

En fin, espero que estas reflexiones abonen a la discusión. De la que por otra parte, me alegro, pues no dudo que a fin de cuentas, no hay nada mejor que deliberar sobre la vida para valorarla, celebrarla y tutelarla.

*Columnista de El Diario de Hoy.

carlos@mayora.org