“Debemos erradicar el discurso confrontativo y beligerante”

Grupo Roble construye dos proyectos hoteleros en Colombia y en República Dominicana, mientras El Salvador no recupera la confianza necesaria para reactivar la inversión de mayor valor

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foto: expansión/ Omar CarboneroRicardo Poma es el presidente del Grupo Roble.

Por Por Guadalupe Trigueros Fabeiro | Fotografía Omar Carbonero

2013-04-26 5:59:00

Ricardo Poma acaba de conmemorar los 50 años de operaciones de Grupo Roble en el país, en medio de un clima de inversiones casi estancado, seriamente dañado por la vulnerabilidad institucional, por los perennes enfrentamientos entre el Gobierno y la empresa privada.

Simultáneamente, estas condiciones están sazonadas por las vísperas de las elecciones presidenciales, bajo las cuales se prevé un año lleno de dificultades y mayor cautela para invertir.

Hace 50 años, Roble era capaz de ejecutar cuatro proyectos consecutivos: la construcción de la colonia Miramonte, la Torre Roble, Metrocentro y el Hotel Real Intercontinental. En la más reciente década, la dos últimas mayores obras de inversión del Grupo en El Salvador fueron Multiplaza, en 2004, y Torre Pedregal, en 2010.

Precisamente, fue en la inauguración de Torre Pedregal en la que Ricardo Poma solicitó al Presidente Mauricio Funes (el invitado especial de la noche) lo siguiente: “Los inversionistas necesitamos reglas claras del juego, un campo nivelado para poder planificar a largo plazo”.

La esencia del mensaje de Poma se mantiene dos años después de haber sido pronunciado. En una entrevista concedida a Expansión, Poma lamentó que sus estudios de mercado no generen las señales adecuadas para poder planificar e invertir a largo plazo y en el marco de “una democracia irreversible”, tal como lo destacó aquella noche en Torre Pedregal.

En los últimos dos años, Roble ha preferido limitar sus inversiones en El Salvador a ampliaciones en Metrocentro San Salvador y Santa Ana, como en Multiplaza y en sus proyectos habitacionales ya existentes. Nada nuevo, por ahora.

Mientras no haya mejores condiciones, sus proyectos de gran envergadura se reorientan hacia el mercado regional. Construirá un Hotel Marriot en Cali, Colombia, con 180 habitaciones, y un Intercontinental con 230 habitaciones, en República Dominicana.

Incluso, sus ampliaciones en los complejos de Multiplaza de Panamá y Costa Rica no se comparan a las obras de “ampliación” en sus pares de El Salvador, donde sólo se incrementa un 20 % de las instalaciones, mientras que el “mall” panameño crece 40 % de área, pasando de 65 mil a 105 mil metros cuadrados.

Grupo Roble ha construido en sus 50 años, 11 centros comerciales en El Salvador y 19 en Centroamérica. En el rubro habitacional ha edificado 60 mil viviendas en zonas claves del país. Mientras, en el sector hotelero, opera 20 hoteles en 10 diferentes países del hemisferio. En general, Roble calcula que en su medio siglo de existencia ha llegado a emplear a más de 600 mil personas a nivel regional, en todos sus proyectos.

En medio siglo, Roble ha construido 5 millones de metros cuadrados de áreas comunes en centros comerciales, 650 mil metros cuadrados de zonas rentables en los mismos y 100 mil metros cuadrados en departamentos de especialidad, 60 mil viviendas y 80 mil metros cuadrados netos de departamentos habitacionales.

Actualmente, más de 120 millones de personas anuales visitan los centros comerciales de Roble en la región. En la siguiente entrevista con Expansión, Poma conversa sobre su sentir respecto a la coyuntura nacional, los candidatos presidenciales y su visión de país.

Hace una semana, la embajadora de Estados Unidos reclamó que el país no aprovecha su potencial y que se haya estancado en discusiones entre gobierno y sector privado que no conducen a nada. ¿Usted comparte esta visión?

Yo comparto en su totalidad ese mensaje.

¿Por qué no pasa nada aunque reclame la embajadora y el sector privado mismo?, ¿qué hace falta para que el gobierno reaccione?

Eso no se lo puedo decir yo, eso lo tiene que contestar el gobierno y sobre todo el Presidente Funes, pero la embajadora tiene razón en decir que El Salvador tiene un enorme potencial que, a falta de un territorio, lo más importante que tiene el país es su gente, es un pueblo trabajador, emprendedor con deseos de salir adelante, lo que quiere es que lo dejen trabajar, vivir en paz, en armonía y salir adelante y en estos momentos, las condiciones no están para que esto suceda.

Gran parte del problema es la parte institucional, necesitamos instituciones fuertes, que sean independientes, con personas independientes que estén enfocadas en hacer su labor con integridad, capacidad, que sean idóneos para trabajar por los grandes intereses del país y no por intereses de personas o de cúpulas partidarias o grupos afines.

Yo creo que el tema institucionalidad es el más importante del país en este momento.

Necesitamos fortalecer mucho las instituciones democráticas, instituciones que son cuestionadas por el mismo obispo auxiliar de San Salvador quien dio esa expresión fuerte al decir que la clase política está casi prostituida. Hay mucha gente que opina eso, yo siempre sigo pensando que hay políticos honestos e íntegros, no se puede meter a todos en la misma bolsa, pero es preocupante escuchar rumores y declaraciones de diputados que aseguran que han recibido ofertas de dinero muy grandes para dar un voto, o para pasar a otro partido. Esas son cosas que no deberían existir en el país en el fondo es una burla al pueblo.

¿Cómo interpreta que el presidente del Banco Central de Reserva haya dicho que los hogares que frecuentan Burger King, Pizza Hut o un restaurante de Multiplaza tienen capacidad de pagar más impuestos?

En general, el gobierno está demasiado enfocado en poner más impuestos y conseguir ingresos, cuando debería enfocarse mucho más en estimular la economía y el crecimiento. De lo que se trata es hacer el pastel más grande, generar progreso, actividad económica.

El presidente Reagan eso fue lo que hizo. Bajó los impuestos y el pastel creció tanto que eliminó el déficit fiscal y Estados Unidos entró en un boom económico.

Lo que a mi juicio se debería hacer es que se analicen algunos impuestos para mejorar la carga fiscal, pero por el otro lado, deben reducir gastos corrientes, que el gobierno entre en periodo de austeridad y que se vea como estimula a los empresarios para que inviertan, generen empleo y pueda crecer la economía.

¿Hay algún proyecto que tenga suspendido, debido al estancamiento en el país?

Bueno… yo creo que sí existe un enorme optimismo y hay una confianza sólida en el presente y futuro del país, creo que podríamos hacer más de lo que estamos haciendo.

Estamos invirtiendo en casi todas las instalaciones, pero si hubiera optimismo y confianza habría más demanda y oportunidades y nosotros estamos aquí para aprovechar esas oportunidades y hacer las inversiones necesarias.

Nosotros vamos a seguir invirtiendo, El Salvador tiene la más alta prioridad en relación a otros proyectos, pero el otro año será electoral y más difícil, es el último año en que este gobierno pueda hacer algo, tal vez la última esperanza es el Fomilenio II y que se va a enfocar en el desarrollo de la zona costera. Creo que es una buena apuesta si se logra manejar bien, la capacidad de ejecutar va a ser muy importante y depende de las personas que lo manejen.

¿Cuándo reactivarán el consejo empresarial del Asocio para el Crecimiento?

Nos hemos retirado los cinco empresarios del consejo del Asocio, por la crisis institucional, el fallo de la Sala que fue en contra de lo actuado, la legislatura de elegir dos veces al fiscal y magistrados.

Vimos que había una crisis y decidimos que no era el momento para tratar la inversión y no había el estado de derecho deseado. La embajadora estaba interesada en esto, ha habido unos acercamientos para regresar, pero dado a lo del fiscal, eso no se ha definido todavía.

¿Qué recomendaciones le haría a los candidatos presidenciales?

Le voy a decir algo que escribí cuando venia en el carro en estas páginas: busquemos las cosas que nos unen, más que las que nos separan. Debemos unirnos en el interés o en el esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los salvadoreños, de superar la pobreza económica y cultural, erradicar la desnutrición infantil, mejorar la salud, promover oportunidades para salir adelante.

Debemos erradicar el discurso confrontativo, beligerante que alimenta el resentimiento y el odio y nos divide en el logro de metas que deberían ser compartidas.

Es válido que todos tengamos intereses por superarnos, por tener éxito personal y económico, lo que no se vale es que esos intereses estén contrapuestos a los interés de la patria y de los salvadoreños. No se trata de eliminar el disenso, o la diferencia de opiniones, se trata de promover los puntos comunes de interés nacional que nos lleven a un mínimo consenso, a un acuerdo de país.

¿Qué sentir le genera Oscar Ortiz?

Usted me está poniendo contra la pared, ¿verdad?

Oscar Ortiz ha sido un exitoso alcalde por varios periodos y creo que es una carta que hoy en día el Frente está usando, porque es alguien que tiene bastante apoyo y creo que es una persona con la que se puede dialogar y él comprende que hay que moverse hacia las cosas que funcionan, las cosas que van a mejorar la calidad de vida de los salvadoreños, a ayudarnos a superar la pobreza y estimular la economía.

¿Qué piensa de una eventual candidatura de Tony Saca?

No sé si va a pasar, no voy a especular eso porque no se ha lanzado y eso está basado en rumores.

¿Qué le perfeccionaría usted a Norman Quijano?

Creo que Norman debe tener un compañero de fórmula que lo complemente en las áreas que puedan estimular el desarrollo económico, el progreso y que puedan llevar a un crecimiento sostenible, porque creo que tiene bastante apoyo popular, no necesita a alguien que le sume votos, sino que no le quite, y que le sume experiencia y apoyos, sobre todo de gente para formar un excelente equipo.

¿Y cree que ese equipo podría levantar al país en 5 años?

Yo creo que un buen equipo es lo que necesita el país para salir adelante, gente dedicada, enfocada en metas de crecimiento. Eso es lo que necesita, gente capaz.

Ya no se trata de ideologías, sino de una visión pragmática de lo que funciona, analizar casos de países exitosos para que estas cosas funcionen.

El pueblo va a castigar o premiar a gobiernos o personas que hagan bien las cosas, ya no es cuestión ideológica.

La lacra más fuerte ya no tiene que ver con ideologías, sino con integridad, honestidad y con el problema de la corrupción es lo que debemos erradicar del país para salir adelante.

Creo que el próximo año será difícil, pero hay algunas apuestas para ayudar a mejorar la situación, tal vez un poco en crecimiento y algunas medidas, en una reducción del déficit fiscal.

Nosotros siempre somos optimistas y sí seguimos invirtiendo en el país, y lo hacemos porque las empresas no pueden parar.

Lo que tiene un poco menos interesado a los inversionistas en parte se basa en que hemos tenido momentos difíciles en la parte política.