Mientras el FBI (Oficina Federal de Investigaciones de EE.UU.) ofreció ayer una recompensa de 100 mil dólares en su afán de llevar ante la justicia estadounidense al salvadoreño Edwin Ernesto Rivera Gracias, para que pague por un asesinato cometido en el estado de Colorado, ayer a media tarde él se hallaba tranquilamente en su vivienda, en una colonia de Sonsonate, donde fue localizado por un equipo de El Diario de Hoy.
Por la mañana, la fotografía y datos de Rivera Gracias, de 28 años, fueron difundidos por el FBI como uno de los 10 más buscados por esa autoridad que lo considera “armado y peligroso”, según el sitio (http://www.fbi.gov/wanted/topten/edwin-ernesto-rivera-gracias).
El salvadoreño es buscado por el asesinato del estadounidense Richard Lemon, ocurrido en Jefferson Country, estado de Colorado, el 17 de agosto de 2011.
Con unos datos adicionales recabados localmente sobre el sospechoso, un equipo de este periódico se dirigió a Sonsonate, donde, luego de unas ligeras pesquisas, había altas posibilidades de que estuviera viviendo.
Con una impresión de la foto difundida por el FBI se comenzó a preguntar por Rivera Gracias. Las respuestas eran desalentadoras.
Sin embargo, al acercarnos un poco más al lugar varias personas lo reconocieron. Incluso algunas dijeron que recién había regresado deportado de Estados Unidos.
Tras algunos datos confusos de dónde vivía Rivera Gracias, el equipo encontró un puesto policial.
Luego de ver las fotos, dos agentes policiales confirmaron la presencia de Rivera. Los dos agentes dijeron que no tenían ninguna duda de que se tratara de aquel joven que llegó a vivir a la lotificación San Genaro a mediados del año pasado.
Vive a 200 metros de un puesto de la PNC
Describieron algunos tatuajes que aquél tiene en partes visibles de su cuerpo: unas figuras no alusivas a organizaciones pandilleriles y el nombre de una mujer.
Una sorpresa mayor estaba por surgir: Rivera reside junto con su familia a no más de 200 metros de un puesto policial de la lotificación San Genaro, en la salida de la ciudad de Sonsonate, sobre la carretera que conecta con Nahuizalco.
Al ser preguntados sobre la conducta de Rivera Gracias, los agentes afirmaron que varias veces lo han requisado, pero que al ser consultado al sistema de datos policiales para asegurarse de que no tiene cuentas pendientes con la justicia salvadoreña “ha salido limpio”.
Los datos de los agentes entrevistados coinciden con los de los lugareños: Rivera Gracias ha dicho que trabaja para un hotel de playa que funciona en Sonsonate. No suele salir en el día de su casa. Las veces que la Policía lo ha interceptado es porque se lo han encontrado de noche.
De acuerdo con la Policía, a Rivera no se lo ha visto en acciones delincuenciales de pandillas y menos tienen sospechas de que esté organizando clicas (agrupación local).
No obstante, según la información del FBI, Rivera Gracias es miembro de la mara Salvatrucha (MS-13) y que en entre los tatuajes que tiene están un 503 y las letras de esa pandilla en la espalda.
Interpol dijo que no podía capturarlo
Ayer mismo, un oficial de la oficina de la Interpol en El Salvador afirmó que, pese a que afirmó que Rivera Gracias tiene difusión roja (notificación de datos y búsqueda de un fugitivo) no podían arrestarlo por no contar con una orden de captura de autoridades salvadoreñas.
De acuerdo con el oficial, es necesario que Estados Unidos tramite una orden de extradición. Solo así podían ponerlo bajo arresto, indicó.
Ayer al mediodía, la Policía salvadoreña no estaba enterada, según explicaron varios oficiales, de que un salvadoreño, Rivera Gracias, estuviera entre las 10 personas más buscadas por el FBI.
Luego de personarse al puesto policial de San Genaro, algunos oficiales preguntaron a los agentes destacados en ese lugar sobre la identidad de Rivera y ellos les confirmaron que efectivamente el que aparecía en la foto difundida por el FBI era el mismo que varias veces han interceptado y que vive cerca del puesto policial.
Hecho eso, los oficiales, algunos de civil y otros uniformados se marcharon del puesto policial.
El Diario de Hoy intentó obtener la versión de Rivera Gracias sobre las imputaciones que la justicia estadounidense le hace, pero fue en vano.
Ayer a las 2:15 p.m. Rivera Gracias se encontraba con aparente tranquilidad, conversando con uno de sus hermanos y otras personas, supuestamente su madre y hermanas.
Pese a explicarles la razón de la visita, uno de los hermanos salió de la casa y dijo que no era posible hablar con Edwin Ernesto, a la vez que externó sus dudas de que realmente estuviera hablando con periodistas. “Si son policías y traen una orden puede entrar, si no, no”, afirmó el hombre con tono de disgusto, mientras su hermano permanecía sentado, en una silla dispuesta en un corredor de la vivienda.
Asesinato lo ha puesto en el “Top Ten” del FBI
De acuerdo con las investigaciones del FBI, el 17 de agosto Rivera Gracias, junto a otra persona, presuntamente golpeó brutalmente a Richard Lemon, de 69 años, un conocido de la novia de Rivera.
La investigación revela que el salvadoreño supuestamente planeó el asesinato luego de que su novia le dijera que Lemon la molestaba y que, además, en dos ocasiones había agredido sexualmente a su madre.
Estos datos sobre lo dicho por la novia del salvadoreño, según el FBI, es información no confirmada.
Lemon fue atacado cuando descansaba en un sofá. Lo amordazaron colocándole cinta adhesiva en la boca y Rivera Gracias supuestamente lo golpeó durante 10 o 15 minutos en el rostro; luego le habría asestado varias puñaladas para terminar dejándole clavado el puñal en el pecho porque la hoja de éste se quebró.
Luego transportó en una camioneta el cadáver de Lemon hacia las montañas de Lookout, donde lo abandonó. Tiempo después, el cuerpo fue hallado por un ciclista.
El asesinato le ha valido a Rivera Gracias ser el fugitivo número 498 en ser incluido en el “Top Ten” (los 10 más buscados) del FBI desde que se inició el programa en 1953.
Ayer, justamente, ese programa cumplía 60 años a lo largo de los cuales ha incluido a delincuentes y terroristas de la talla de Osama bin Laden o el narcotraficante mexicano Joaquín (el Chapo) Guzmán Loera.