El Papa oficiará misa del Jueves Santo en una cárcel de menores

Según informó la Santa Sede, el Pontífice lavará y besará los pies de doce internos

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elsalvador.com

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2013-03-21 7:00:00

EL VATICANO. El Papa Francisco sigue demostrando su cercanía con nuevos gestos. Celebrará una importante ceremonia la próxima semana en la capilla de una prisión juvenil en lugar de en el Vaticano o en una basílica de Roma donde se ha realizado con anterioridad, informó la Santa Sede.

Francisco realizará el servicio religioso de Jueves Santo en el centro penitenciario para menores Casal del Marmo, en las afueras de Roma.

La misa conmemora la última cena de Cristo y sus discípulos durante la cual lavó los pies a los apóstoles la noche antes de su arresto y crucifixión.

Benedicto XVI ya visitó esa cárcel el 18 de marzo de 2007, y celebró misa para los reclusos en la capilla Padre Misericordioso.

Durante el servicio, Su Santidad Francisco lavará y besará los pies de 12 reclusos para recordar el gesto de humildad de Jesús hacia los apóstoles la víspera de morir.

Todos los pontífices anteriores de los que se tiene memoria llevaron a cabo este servicio en la basílica de San Pedro o en la de San Juan de Letrán, que es la iglesia catedral del Papa dada su condición de obispo de Roma.

Portavoces vaticanos dijeron que no recordaban ninguna ocasión en la que se hubiera realizado en otro lugar.

Cuando era arzobispo de Buenos Aires, el excardenal Jorge Mario Bergoglio a menudo celebraba el Jueves Santo en una cárcel, un hospital, una residencia de ancianos o con los pobres.

El pontífice es también obispo de Roma y la decisión de celebrar este acto en la prisión fue otra muestra más de que se toma en serio ese cargo.

Recibe a premio Nobel

Además, Su Santidad se reunió ayer con el Premio Nobel por la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, quien afirmó que durante la dictadura argentina el papa Francisco llevó a cabo “una diplomacia silenciosa” y pidió “por desaparecidos, por pobres, por la situación de los derechos humanos, pero los militares después tenían sus políticas”.

Esquivel (Buenos Aires, 1931), que fue recibido en audiencia privada por el papa Francisco en la Biblioteca Vaticana durante media hora, aseguró en rueda de prensa que Jorge Mario Bergoglio en aquel entonces no era obispo, sino superior de los jesuitas.

“Muchos obispos pedían a los militares por los sacerdotes, por los laicos, por el pueblo y por los desaparecidos, pero los militares no escuchaban”, aseveró.

Esquivel reiteró que Bergoglio no fue cómplice de los represores, tampoco fue un pastor “que estuvo en la avanzada” en la lucha contra la dictadura, pero hizo una labor “diplomática silenciosa” de pedir por los desaparecidos, por los presos. —AGENCIAS.